Édouard Etienne Alphonse de Rothschild llegó el lunes al aeropuerto de Tel Aviv procedente de París prácticamente en secreto. Lo primero que hizo fue dirigirse discretamente al departamento de inmigración que hay en el mismo aeropuerto y allí pidió, en su condición de judío, que le registraran como nuevo inmigrante, renunciado inmediatamente a todas las ventajas económicas que le corresponden a cualquier judío que emigra a Israel y que gestiona el ministerio de Absorción.

Édouard de Rothschild, de 52 años, no es un inmigrante cualquiera. Desciende directamente del barón Edmond de Rothschild (1845-1934), un destacado banquero que contribuyó muy generosamente a la consolidación del movimiento sionista en sus primeros años. Édouard también ha sido banquero y propietario de numerosos negocios, principalmente en Francia. Además, en 2005 invirtió 20 millones de euros en el diario francés de izquierdas Libération, lo que le dio acceso al 37 por ciento de las acciones del periódico,  convirtiéndose en el accionista mayoritario.

Desde el lunes Édouard dispone de la documentación israelí de cualquier nuevo inmigrante judío que le da derecho a la nacionalidad. Se ha comprado una casa en Tel Aviv y su intención es vivir entre esta ciudad y París, donde está la mayoría de sus negocios, aunque el centro de su vida se ha desplazado a Tel Aviv, según algunas personas de su entorno.

En 2009, el último año del que hay estadísticas, inmigraron a Israel 1909 judíos desde Francia. La comunidad judía de Francia que vive en Israel se ha reforzado sensiblemente en los últimos años, y muchos judíos franceses se han establecido en Ashdod y Eilat.