Balagán

Libertad

Est mañana ha abandonado la prisión de Ramleh, en el centro de Israel, Hagai Amir, hermano de Yigal Amir, el asesino de Yitzhak Rabin. Hagai, de 44 años, ha pasado los últimos 16 años en prisión después de haber sido condenado como cómplice del mangnicida.

Su familia ha organizado una gran fiesta en su honor, mientras que algunos grupos de pacifistas dicen que se manifestarán delante de su domicilio en Herzliya, justo al norte de Tel Aviv. Se espera que en las próximas semanas numerosos activistas de la extrema derecha organicen por todas partes fiestas en honor de Hagai, que su primer shabat en libertad lo pasará en una colonia judía de Cisjordania.

Hagai ha pasado la mayor parte de los últimos años en confinamiento solitario y fue condenado a un año adicional porque dijo a sus guardianes que en cualquier momento podía descolgar el teléfono y ordenar el asesinato del primer ministro Ariel Sharon cuando este decidió retirar al Ejército de la franja de Gaza en 2004.

Su abogado ha dicho que Hagai "no reniega de lo que hizo". "Estoy convencido de que hice lo correcto. Creo que lo que hice ha ayudado a salvar vidas israelíes", ha dicho a su abogado.

La madre de Hagai ha contado sus sentimientos. "No deseo que ninguna madre pase por lo que yo he pasado en los últimos años. Ha sido una gran pesadilla de la que una parte terminará este viernes", ha dicho Gueula Amir.

Dieciséis años y medio después del magnicidio, mucha gente de la derecha y la extrema derecha evita hablar del tema, tal vez porque piensa que el asesinato fue positivo y frenó la evacuación de Israel de los territorios ocupados, lo que seguramente es correcto. Desde el magnicidio de 1995 el número de colonos judíos en Cisjordania se ha multiplicado.

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