Balagán

Yair Lapid

En enero, cuando se conocieron los resultados de las elecciones israelíes, lo más sorprendente fue la irrupción de Yair Lapid y su partido Yesh Atid (Hay Futuro), que obtuvo 19 escaños. Entonces muchos medios de comunicación dijeron que estos resultados permitirían a este "partido de centro" impulsar el proceso de paz con los palestinos.

El problema es que Yesh Atid no tiene nada de centro, y cada día que pasa va quedando más claro, ni tampoco posee ningún interés significativo en alcanzar un acuerdo con los palestinos. Yesh Atid es un partido de derechas, conservador, cuya única aspiración es lo que en hebreo denominan "shivion banetel", como cada día recuerda su líder Lapid.

En roman paladino, a lo que Lapid aspira son básicamente dos cosas: que las cargas fiscales se repartan equitativamente entre toda la población israelí y que el ejército llame a filas a los ultraortodoxos. A eso se reduce la política de Yesh Atid, y quienes en su momento quisieron ver, con mucha vista, que Lapid iba a contribuir a la paz, tienen que reconocer que estaban equivocados.

Haaretz revela que Lapid ha ordenado a una decena de sus diputados que cancelen un paseo que iban a hacer por Jerusalén de la mano de la Iniciativa de Ginebra, una pequeña oenegé israelí, sionista y progresista, que promueve la paz con los palestinos.

Al parecer a Lapid le ha parecido muy osada la idea de que algunos de sus diputados se paseen por Jerusalén con guías de la Iniciativa de Ginebra que les enseñarían cómo va cambiando la fisonomía de Jerusalén día a día gracias a los colonos israelíes que van tomando el sector ocupado de la ciudad al amparo de los sucesivos gobiernos hebreos.

Una semana atrás incluso varios diputados del partido ultraortodoxo Shas se pasearon por la ciudad de la mano de la Iniciativa de Ginebra, y un poco antes realizaron la misma gira varias decenas de altos cargos del Likud, lo que da una idea de que la Iniciativa de Ginebra no tiene nada de peligroso.

La orden de Lapid a sus diputados muestra con claridad de qué paño está hecho Yesh Atid, y lo poco que se puede esperar de él para resolver el conflicto con los palestinos.

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