Dos compañías europeas, una holandesa y otra italiana, han renunciado a construir sendos puertos en Ashdod y Haifa sumándonse a la campaña internacional de boicot contra la ocupación de los territorios palestinos.

Las dos compañías han renunciado después de superar varias fases en el proceso de selección, una decisión que llega poco después de que otras tres compañías, una alemana y dos españolas, FCC y Cyes, hayan hecho lo propio y aparentemente por los mismos motivos.

En Israel dicen que estas decisiones obedecen a que las empresas en cuestión temen que sus contratos en los países árabes sean cancelados si construyen en Israel.

Sin embargo, algunas de esas empresas han construido en Israel con anterioridad, de manera que es más lógico pensar el boicot obedece a la campaña internacional en marcha que poco a poco va ganando adeptos.

Con todo, existen otras empresas que siguen concursando para la construcción de los dos puertos, aunque el gobierno israelí ha decidido no hacer públicos sus nombres para no causarles perjuicios.

El primer ministro Binyamin Netanyahu ha dicho que las empresas que no quieren construir en Israel lo hacen por "antisemitismo".

Netanyahu no está dispuesto a dar su brazo a torcer tan fácilmente y el domingo su gobierno anunció una nueva inversión millonaria en decenas de asentamientos judíos situados por todas partes de los territorios ocupados.

La política de ocupación sigue adelante con brío y con toda seguridad continuará por el mismo camino a menos que haya una fuerte presión de la comunidad internacional, algo que no parece que vaya a ocurrir, pues ni Estados Unidos ni Canadá ni Australia ni muchos otros países van a obrar en este caso como hicieron para acabar con el régimen del apartheid sudafricano.

La organización que coordina el boicot contra Israel anunció el lunes que ha lanzado una nueva campaña para reclutar a países de América Latina y África, así como a universidades, parlamentos y organizaciones estatales de todo el mundo.

La organización está muy satisfecha de los resultados del año pasado y prevé que este año se seguirá incrementando el boicot.