Balagán

Israel, un estado de derecho en crisis

Desde que Benjamín Netanyahu fuera imputado por corrupción la semana pasada, Israel está asistiendo a una pugna feroz entre quienes defienden al primer ministro y quienes defienden el estado de derecho.

Los medios hebreos dan cuenta a diario de este debate en el que se está jugando el futuro del estado judío y que tiene lugar delante de todos.

Netanyahu y sus seguidores dicen que la democracia está por encima de la ley y puesto que Netanyahu fue elegido democráticamente, la ley tiene que adaptarse a esa realidad.

Enfrente están quienes abogan por el estado de derecho. Estos consideran que la ley tienen que cumplirla todos los ciudadanos, les guste o no, les convenga o no, incluido el primer ministro.

Es interesante observar los argumentos que dan Netanyahu y sus seguidores. Uno de ellos, Daniel Doron, ha escrito un artículo demoledor contra los jueces, los fiscales y la policía en el periódico Makor Rishon, afiliado a los colonos judíos y defensor de Netanyahu.

Daniel Doron es un activista político que estudió economía en Chicago, donde abrazó la doctrina neoliberal. Ahora tiene 90 años y ha trabajado como asesor de Netanyahu sugiriéndole iniciativas de economía neoliberal que tanto agradan al primer ministro.

En su artículo denuncia que en la policía ha habido casos graves de corrupción y que el sistema judicial filtra continuamente informaciones que deberían ser secretas, pero eso, dice Doron, parece que no tiene ninguna importancia.

En cambio, los puros y el champán que la familia Netanyahu ha recibido de sus amigos están sirviendo de excusa para hacer caer al primer ministro, lo que se trata de una "doble moral que es peligrosa para Israel".

Netanyahu y su entorno han puesto en solfa el sistema judicial, policial y periodístico de Israel. Esto les sirve para apartar la atención de los tres casos de corrupción en los que el primer ministro está implicado, casos graves cuya trascendencia está en el aire.

En Israel hay fiscales que tienen que ir con guardaespaldas debido a la incitación de Netanyahu y el sistema judicial está acobardado por la críticas de Netanyahu y su entorno.

Netanyahu ha dicho que se está produciendo un golpe de estado por parte de fiscales, jueces y periodistas, y sus detractores señalan que es Netanyahu quien está dando un golpe contra el estado de derecho.

La cuestión central es que el sistema político israelí atraviesa por una grave crisis que carece de precedentes en la historia del país.

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