Monstruos Perfectos

La dignidad del cuerpo

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Yo tampoco he visto 'Clandestinos'. Esa película minoritaria de la que todo el mundo habla a raíz de una imagen promocional en la que aparece "el joven protagonista encañonando a un hombre con tricornio que simula estar haciéndole una felación."

¿A un hombre con tricornio? ¿Por qué? Quiero decir que, ya puestos a inventarse el argumento de la película a partir de una imagen, ¿no podrían haber concluido que quien se encargaba del trabajito oral era una guardia civil con el pelo recogido en un moño bajo?

Es más, ¿qué hubiera pasado si la propietaria del tricornio hubiera sido una guardia civil? ¿Hubiéramos asistido al mismo fuego en el cuerpo? No.

¿Acaso alguna asociación policial manifestó su profunda repulsa corporativista tras el estreno de las tres entregas de Torrente; ese policía sucio, corrupto, fascista, violento y putero? Tampoco.

Me irrita muchísimo el tufo homófobo de este asunto. Aunque lo que peor llevo, sinceramente, es digerir la decepción que me provoca haber descubierto que 'Clandestinos' no es esa película donde aparecen "guardias civiles con apretones fáciles en busca de chaperos baratos por las herriko tabernas". Con lo Fassbinder que sonaba. Tanto que hasta me había imaginado una escena de bar donde Jeanne Moreau volvía a cantar Each man kills the thing he loves, lo mismito que en Querelle.

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