Cartas de los lectores

29 de agosto

La epidemia levantina de corrupción política
No sé qué pasa en la tierra de las flores para que los corruptos se multipliquen con la alegría de un virus recalcitrante. Puede que sea el clima, cálido y fértil, propicio a la proliferación de agentes patógenos que se agarran como vulgares garrapatas al pellejo del poder. El caso es que el espectro político nos ofrece un bestiario de personajes cuya mayor peculiaridad consiste en revolcarse profusamente en los fangos de la corrupción más escandalosa.
Desde el elegante Camps hasta el insumiso Valcárcel, Levante cuenta con un nutrido grupo de "ciudadanos ejemplares" empeñados en hacer de la cosa pública su negocio agostero particular. No podemos olvidar el increíble caso del irreducto Fabra, que resiste el asedio judicial como sólo pueden hacerlo los elegidos por los hados de la suerte. O el reciente escándalo del presidente de la Diputación alicantina, Jose Joaquín Ripoll, de la escuela zaplanista, sobre el que ahora planean nubarrones de sospecha que deberá despejar, si puede, en los tribunales. Amén de apropiaciones indebidas y surtidas corruptelas, otro rasgo que caracteriza a los políticos levantinos es su lenguaraz actitud.
De acuerdo que la corrupción no es monopolio del PP, no obstante, sus representantes levantinos se llevan la palma en el ránking nacional.
Y Rajoy, ¿qué dice de todo esto?
Ana Cuevas Pascual / Zaragoza
La lucha continúa para el colectivo homosexual
Hoy en día se permite comerciar con todo. Se pueden vender y comprar ideas, estereotipos... y sin duda es lícito intentar conseguir beneficios para crecer económicamente. Sin embargo, hay que tener especial sensibilidad aquello que se dice y la manera en que se dice.
Hacer negocio, crear empleo, incrementar la riqueza del país a través de ideas novedosas es positivo, mientras que usar calificativos y generalidades en temas de especial trascendencia para millones de personas puede ser algo éticamente reprochable. Llevamos años luchando para que la gente deje de percibir a las personas homosexuales como "bichos raros", para que no se nos trate de forma diferente. En definitiva, para que nos traten en igualdad y con normalidad en los ámbitos legal y social, como a cualquier otra persona.
Pues bien, ahora que ya tenemos el reconociemiento institucional, hay personas que se empeñan en el sectarismo y la segregación social por clases, tribus o preferencias, haciendo más daño que beneficio a su visibillidad.
No somos gays ni lesbianas por manejar un tipo de coche o por gastar nuestro dinero en cosméticos, no es cierto que no tengamos hijos y por supuesto no se pueden usar las cifras de una forma tan banal porque se genera marginación (positiva o negativa), incluso entre los mismos homosexuales. Se puede vender, pero jamás se puede frivolizar con la gente, especialmente con colectivos que aún sufrimos el peso de la discriminación y el rechazo en el día a día.
Rafa Jiménez / granada

La rival es y será Esperanza Aguirre
Tanto Trinidad Jiménez como Tomás Gómez, así como sus respectivos equipos y partidarios, no deberían olvidar en ningún momento que el adversario a batir es Esperanza Aguirre, y que deben competir entre ellos con legitimidad y dignidad y nunca enzarzarse en una agria pelea. Los socialistas deliberan y eligen, pero el único adversario es el PP y Aguirre, enfangada en numerosos casos de adjudicaciones indebidas y espionajes al más puro estilo de Hollywood, rodeada de numerosos personajes a los que se les relaciona con diversos delitos. El PSOE debe jugar limpio para plantar cara a la lideresa.
Eduardo cierco / madrid

España, a la cola contra el tabaquismo
La mayoría de países de la Unión Europea ya tiene una ley del tabaco que defiende la salud de sus ciudadanos, sacando este bien de consumo de lugares cerrados.
Reino Unido, Holanda, Alemania y muchos otros países europeos son ejemplos de este creciente número. Pero no sólo ha pasado ya en Europa, sino que en muchos países de América ya tienen también una ley reguladora del consumo de tabaco del estilo: Argentina, Brasil, Uruguay y un largo etcétera.
Visto el panorama internacional, parece que España está a la cola de la lucha contra el tabaquismo. Se han de buscar formas cívicas que permitan la libertad, siempre que no salgan perjudicados terceros. Algo que parece que la industria del tabaco no quiere aceptar, pues lleva años intentando paralizar cualquier proceso de cambio, con maneras, a veces, bastante poco honrosas.
La clase política tiene en sus manos la reforma de la ley actual y tiene el deber moral de continuar hasta el final, por el bien común, por la política sanitaria, porque es una obligación de estado de primer orden por encima los intereses económicos.
encarnación luque gonzález / málaga

Los cursos para desempleados, a examen
Con la nueva ley laboral se pretende, entre otras cosas, castigar al trabajador que, estando en el paro, no acuda a un curso de formación ocupacional. Pero la única solución a este problema pasa por mejorar la calidad de la formación que se imparte para los demandantes de empleo, buscando un nexo con el mercado laboral; mejorar las condiciones, actualmente miserables, de los profesores (eliminando el intrusismo que existe y que es escandaloso) y llevar un control riguroso desde el Servicio Regional de Empleo (en el caso de Madrid) de los cursos: desde la asistencia de los alumnos a los contratos de los profesores, pasando por las dotaciones y material didáctico proporcionado por los centros.
A fecha de hoy, y desde hace lustros, todo es un auténtico desastre. Y, como siempre, hoy se le vuelve hacer pagar el pato al más débil: al demandante de empleo.
Mario López Sellés / Madrid

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