Cartas de los lectores

6 de febrero

‘GrAznar’
Puede parecer un simple juego de palabras, pero si me permito añadir una ge y una erre al apellido de José María Aznar es por algo más. Hay algo en su actitud, en esa forma de encaramarse al atril en los peores momentos y lanzar sus oscuros vaticinios (la destrucción de España o, en el mejor de los casos, su caída en picado a la segunda división), que evoca la figura de un pájaro de mal agüero.
Siento que tengamos un ex presidente que, lejos de ayudar, se haya instalado sobre su pedestal esperando el cadáver del enemigo, aunque ese enemigo haya sido el 90% de los españoles contrarios a la guerra de Irak. Y siento su regreso a primera línea, porque da la impresión de que le ha puesto un precio a Rajoy: a cambio de mi apoyo tú resucitas la teoría conspirativa del 11-M. Una observación para cinéfilos: si a la gaviota del PP le ponemos un fondo de graznidos nos sale una película de Hitchcock cargada de malos augurios.
Alberto Gil Madrid

Érase una vez la historia de la crisis
Érase una vez un pueblo donde todos tenían trabajo, vivían felices y daban por hecho que esta vida tan fácil no tendría fin. Pero un día de negros nubarrones llegaron los tres últimos avances de la civilización: la ingeniería financiera, la globalización y los mercados. Y mandaron parar, y a este paro lo llamaron crisis.
Los políticos se pusieron muy nerviosos, hablaron de una coyuntura temporal y aseguraron que, con las medidas que iban a tomar, pronto volvería el empleo. Pero no se habían percatado de que habíamos caído en una trampa con un bonito nombre: globalización, y que traía adjunta una servidumbre llamada deslocalización de empresas. Lo que pasó es que nuestros políticos no habían hecho bien los números. Con una moderna maquinaria y la quinta parte de los demandantes de empleo, el mundo puede funcionar y producir los bienes suficientes para el resto de la humanidad. Lo que falla es la forma de repartir esta riqueza.
Antonio Lago Díaz Donas Gondomar (Pontevedra)

Que no se pierdan los cien años de lucha por los derechos sociales
"En la guerra, los fuertes reducen a esclavitud a los débiles, y en tiempo de paz los ricos reducen a esclavitud a los pobres. Nosotros tenemos que trabajar para vivir, y ellos nos dan unos salarios miserables. Trabajamos para ellos toda la jornada, y ellos amontonan oro en sus cofres, y nuestros hijos se mueren antes de tiempo, y las caras de los que amamos se vuelven duras. Nosotros pisamos las uvas, y otro se bebe el vino. Somos los que sembramos el trigo pero nuestra mesa está vacía. Tenemos cadenas, aunque ningún ojo las ve; y somos esclavos, aunque los hombres nos llamen libres" (Oscar Wilde). ¿Vamos a permitir que los títeres nos sigan gobernando, que todos los derechos sociales conseguidos se vayan al traste para que ellos sigan amontonando el oro de las plusvalías generadas con nuestro esfuerzo y del que no hemos recibido una miserable onza?

Santi González Donosti

La vacuna del sida, una esperanza para todos
Me pidió que nunca diera explicaciones de la causa de su fallecimiento. El sida se lo llevó, tras un año y medio de lucha y valor. Cuántos familiares arropábamos a nuestros enfermos, cuántos se sentían abandonados sin el cariño de los suyos. Era una enfermedad que estigmatizaba. Hoy se ha abierto una puerta de esperanza, una vacuna que reduce hasta tres veces la carga del virus. Me alegro por todos los que habéis llegado a tiempo. Ese era nuestro sueño secreto. Espero que tengáis una vida normalizada, que os mimen, que no sintáis el abandono social. Y que tengáis una larga vida.
María Eugenia Bolaños López

Murió el último aviador republicano
El 16 de marzo de 2010 escribía en Público rebatiendo la noticia de que había muerto el último aviador republicano. Esto significaba que aún quedaba otro aviador republicano vivo: José Cabezalí González, nacido en Santibáñez el Bajo (Cáceres) y residente en San Cugat del Vallés (Barcelona). Lamentablemente, el día 29 del pasado enero murió también José Cabezalí. Gracias a la citada carta, fue homenajeado y reconocida su trayectoria en aras de la libertad y de la democracia por la Generalitat de Catalunya. Pero José se nos ha muerto sin que el equipo municipal de Gobierno de su pueblo natal, perteneciente al PSOE y encabezado por el alcalde Teófilo Marcial Hernández del Río, haya tenido la sensibilidad de rendirle un cálido y sencillo homenaje; homenaje que fue pedido reiteradamente y que se quería hacer extensivo a otros 11 hijos del pueblo que entregaron lo mejor de su vida defendiendo la legitimidad republicana. José Cabezalí fue un hombre bueno, honesto y valiente, que sufrió innumerables tormentos en las cárceles franquistas. Descanse en paz.
Félix Barroso Gutiérrez Santibáñez el Bajo (Cáceres)

Por la dignificación de los jóvenes investigadores
La situación de los jóvenes investigadores españoles es precaria, un oscuro limbo de incertidumbre y abusos laborales. El recorte del 5% en nuestras nóminas es injusto y discriminatorio, dada la falta de derechos que sufrimos en comparación con otros empleados públicos. En la Universidad de Salamanca, como en otras universidades como la Complutense, nos hemos unido para luchar contra esta situación. Nos enfrentamos a la incomprensión de gran parte de la sociedad, que nos ve como unos privilegiados porque apenas sabe de esta falta de derechos. Bien se encargan las administraciones de ocultarla tras el velo de la supuesta Excelencia investigadora. Más grave aún es la incomprensión en la Universidad. Romper el círculo vicioso de la endogamia en la universidad sólo será posible si nos sobreponemos a las luchas sectoriales que minan lo que debería ser el esfuerzo colectivo: una enseñanza universitaria y una investigación públicas y de calidad. Y para alcanzarlo, uno de los pasos esenciales es la dignificación del trabajo de quienes hoy se inician en el proyecto pero aspiran a liderarlo conjuntamente en el futuro.
Álvaro Carvajal Castro

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