Cartas de los lectores

1 de abril

«La postura española ante Kosovo»
A propósito del artículo de referencia, de Manuel de la Rocha Vázquez y Borja las Heras [Público, 30-03-08], me gustaría precisar lo siguiente: los autores escriben que "identificar legalidad internacional únicamente con el Consejo de Seguridad de NNUU es incorrecto".
Sin embargo, la unilateral independencia kosovar no es ilegal solamente por contradecir la legalidad internacional y de Naciones Unidas, que lo es, sino también por ser contraria al propio derecho europeo comunitario. En concreto, por violar la "Declaración sobre las directrices para el reconocimiento de nuevos Estados en Europa Oriental y la Unión Soviética", aprobada por el Consejo Europeo el 16 de diciembre de 1991.
Entre otras exigencias, el Consejo –para el reconocimiento de un nuevo Estado– demanda el "respeto por la
inviolabilidad de todas las fronteras, que solamente pueden ser modificadas por medios pacíficos y por común acuerdo".
Obviamente, no es el caso de Kosovo, cuya independencia ha sido propiciada y forzada por Washington y por dos o tres Estados europeos clave, que han ignorado las distintas legalidades mencionadas.
Así pues, si bien es cierto, como afirman los autores y yo comparto, que existió por parte del Gobierno de España una excesiva preocupación por el sin duda exagerado efecto contagio en la situación interna española, no lo es menos que la mayor preocupación para nuestro Gobierno y para otros muchos en Europa es la amenaza a la estabilidad regional que una independencia así prefabricada supone.
Emilio Menéndez del Valle
Eurodiputado socialista

¡Agua!
Éste es el clásico grito que suele darse en el top manta para huir cuando viene la policía. Pues bien, el mismo día en que los periódicos traen información sobre la reapertura de las guerras territoriales por el agua, el PP decide irse a Valencia y a Murcia para congresuar.
Lo tienen claro. Han dado su particular grito y su caballo de batalla en la legislatura será el agua. Pero, eso sí, desde la normalidad y desde los principios, los valores, el sentido común, la armonía entre los pueblos y el amor a Catalunya, Euskadi y, sobre todo, a España, lo único importante.
No está confirmado que Rajoy les haya dicho a los suyos aquello de marchemos todos juntos, y yo el primero, por la senda de la canalización (antes, trasvase).
Pedro Ramiro Sánchez

Madrid

Machismo y mujer inmigrante

Cuando pensamos en machismo y vemos que cerca de cien mujeres españolas son asesinadas al año en nuestro país y miles son vejadas y maltratadas, tendemos a considerar que las inmigrantes lo son más, y efectivamente es así.
Si las mujeres españolas son ciudadanas de segunda (que nadie se escandalice al oír esto, no sólo se es ciudadano de segunda cuando te asesinan o maltratan, también se es ciudadano de segunda cuando no se alcanzan los mismos puestos de responsabilidad o los mismos sueldos), las mujeres inmigrantes son ciudadanas de tercera. A la discriminación machista (la forma más brutal y generalizada de desigualdad en la sociedad española), las mujeres inmigrantes han de sumar la discriminación racial (los "racialmente purísimos" españoles nos hemos auto constituido en paradigma de lo correcto) y la discriminación clasista (por mucho que nos superen en estudios, educación y origen social, siempre estarán por debajo de nosotros).
Esta situación es únicamente reversible si decidimos quitarnos la venda de los ojos y entender de una vez que todos somos seres humanos iguales ante la ley y sobre todo iguales ante la sociedad. Cuando consigamos hacerlo nuestra sociedad podrá llamarse civilizada.
Javier Lacomba Maruri

Valladolid

Figurantes
Nosotros, los figurantes, sabemos que somos seres anónimos: sin nombre ni voz. Somos los testigos mudos o sordos de tantos y tantos anuncios y películas.
Ser figurante puede ser un trabajo recaudatorio y temporal o un camino obligado para alcanzar el ansiado papel y
dejar de ser fondo para convertirse en figura.
Independientemente de los objetivos e ilusiones de cada uno, lo que está claro es que todos tenemos derecho a un trato digno. La mayoría de mis experiencias han sido negativas en este sentido.
Ninguno de los que trabajamos como figurantes o extras esperamos que se nos trate como a un actor reconocido. Me refiero a privilegios, atención personalizada, respuesta rápida a cualquier requerimento o capricho, etc... Lo que sí esperamos todos es que se nos trate justamente.
En primer lugar, tengo que hacer una matización: siempre hay un trato diferencial si eres un figurante especial que si eres un figurante a secas. El figurante especial es el que dice alguna palabra o aparece de una manera singular o interviene en la escena de un modo más notorio.
Somos los figurantes a secas los que somos peor tratados: tenemos pésimas condiciones de transporte, por ejemplo, traslados a pie en pleno invierno hasta el lugar de rodaje. Con respecto a la dieta, no comemos lo mismo que los actores y técnicos del rodaje, lo que supone otra discriminación. Las personas de producción acostumbran a darte órdenes sin mirarte a la cara (ponte esta ropa, colócate allí...), entre ellos se refieren a los figurantes como "los monigotes" y no necesariamente en voz baja.
En la mayoría de los casos, los extras no tenemos copia de nuestro contrato y firmamos papeles sin sello o redactados en inglés.
Al fin y al cabo, somos parte del decorado, ¡qué esperamos! Creo que lo peor es el desamparo que sentimos al no existir un convenio ni una regulación colectiva.
En 2002 se creó la Asociación de Figurantes de Catalunya y quiero darles mi enhorabuena por sus recientes logros para los 15.000 figurantes de Catalunya. Pero ¿cuándo vamos a tener una regulación que nos proteja a todos los figurantes?
Víctor Merlin

Más Noticias