Cartas de los lectores

26 de marzo

Trias y el impuesto de sucesiones
Después de tres meses anunciando recortes, el Gobierno de CiU parece que quiere darse prisa en cumplir su promesa electoral de suprimir el Impuesto de Sucesiones. Creo que hoy en día todo el mundo sabe ya que esta medida beneficiaría sólo a una minoría, a los más ricos, a los que, en cambio, no afectan los recortes, ya que no utilizan normalmente las escuelas públicas, tienen seguros médicos privados, etc. No puedo decir que esperara otra cosa del señor Mas, pero últimamente he tenido la oportunidad de leer diferentes entrevistas del señor Trias, candidato a alcalde de Barcelona, en las que quería convencer a los barceloneses de su defensa de las políticas de bienestar. Si Trias es sincero, no entiendo que se presente en las listas de CiU, un bipartito que está dando muestras de poca sensibilidad social y que no creo que le dejara hacer las políticas de las que habla. Y, si no lo es, no merece ser el futuro alcalde de Barcelona.
Pau Planelles Oliva/ Barcelona

La energía nuclear, clave para el desarrollo
Es común que, tras una catástrofe nuclear, todo el mundo empiece a plantearse la adecuación de las medidas de seguridad y de las infraestructuras. Es cierto que este debate puede ayudar a que se discuta sobre la seguridad y las pertinentes revisiones de las plantas nucleares, pero no debería ponerse ahora en duda la necesidad de contar con esta fuente de energía. Además, hay que tener en cuenta el tema de costes y de la falta de eficiencia de la energía alternativa. La energía nuclear es fundamental para satisfacer la demanda de energía de los países desarrollados y de los ahora emergentes, como India o China. Hoy día, en un mundo que se mueve por la economía, la energía es poder. España debería decidir si el plan energético por el que se rige es el más adecuado para abastecernos en esta materia.
Marta Sánchez Ortigosa Majadahonda (Madrid)

La intervención en Libia, según ‘Público’
Libia era el país con más futuro del Norte de África y, posiblemente, pasará a tener similar futuro al de Afganistán e Irak en breve plazo, gracias a la ayuda inestimable de un periódico con apuntes de izquierda y que, sin embargo, ha seguido fielmente las directrices políticas y mediáticas de eso que se autodenomina "la comunidad internacional". Que otros medios conservadores estén en la línea de intervenciones militares está dentro de lo normal, que lo estén ustedes queda lejos de la ética política y profesional que les suponía. En definitiva, son ustedes también responsables de la coartada mediática necesaria para el ataque a Libia y, en el mejor de los casos, el desmembramiento de ese país que producirá beneficios económicos y geoestratégicos a los benéficos agresores. Por cierto, ¿van ustedes a sacar algún beneficio o es que necesitan echar una mano?
Siento por ustedes vergüenza ajena y habrá que buscar otro medio de comunicación que sirva para informar y no para generar la opinión que interesa que, desgraciadamente, es la del pensamiento único.

Su periódico, que leo diariamente desde su aparición, me ha dejado un mal sabor de boca y no sé si son partidarios conscientes de su línea editorial en este caso o siguen mansamente, para no desmarcarse, la línea de lo "comúnmente admitido". Creo que con la guerra de Libia han hecho lo mismo que los informadores de ETA, que identifican matrículas, domicilios y señas personales pero no matan. Señalan el blanco a abatir. En fin, la señora Chacón ya tiene su guerra democrática como cualquier estadista de prestigio. ¡Enhorabuena!
Emilio González López Getafe (Madrid)

La campiña madrileña, reducida a parque temático
Tanto para Aguirre como para Aznar, España no es una nación sino un solar. De esta manera, se ataca al paisaje madrileño con insostenibles radiales y promociones de viviendas donde antes había campiña viva.
Ahora acaban de acotar la Sierra de Guadarrama, dejando en su mínima expresión la parte protegida, para enlosar los valles serranos en cuanto se reabsorba el exceso de edificación y fluya el crédito, si las Cortes aprueban la protección desde las cumbres a la cota de 1.700 metros. Así, la campiña madrileña queda reducida casi a un parque temático, a donde van los niños de las escuelas para ver lo que es una gallina o una cabra y los antiguos aperos de labranza en plan decorativo. Este es un ataque sin piedad a la naturaleza.
Maximiliano Lasén Paz Valdemoro (Madrid)

En memoria de mi abuela, Lidia Kúper
El pasado día 8 de febrero falleció, rodeada por sus seres queridos, mi abuela Lydia Kúper. Fue una excelente persona y una de las mejores traductoras del ruso al español, actividad que desarrolló hasta prácticamente el final de su vida. Mi abuela tuvo la valentía de luchar, como tantos otros españoles, por sus ideales. Por defender un sistema constitucional y democrático, se enfrentaron a un enemigo brutal que les superaba en armamento, entrenamiento y que contaba con ayuda masiva de potencias extranjeras. Perdieron, y lo pagaron. Mi abuela, con el asesinato de dos familiares directos y 20 años de durísimo exilio en la Unión Soviética. Ella siempre me dijo que me debía sentir orgulloso de ser español. Me decía que no debía sentir amargura ni dolor por el absoluto desprecio y olvido con el que todos los gobiernos democráticos de mi país (con la honrosa excepción del último) habían tratado a su generación. Una generación que se extingue sin reconocimiento ni reparación.
Gonzalo Navarro Velasco Madrid

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