Cartas de los lectores

1 de abril

 

Delitos contra el sentimiento
Por lo visto, hay muchas clases de delitos. Algunos afectan a las creencias más íntimas de las personas. En esta categoría estaría el delito contra el sentimiento religioso. Los estudiantes imputados por la protesta en la capilla de la Complutense y Leo Bassi violaron esa intangible norma, según las organizaciones de la ultraderecha católica. Su sensibilidad religiosa se sintió injuriada por las performances. Me parece normal. La sátira y la provocación son armas poderosas contra la intransigencia. Por eso resulta lógico que la jerarquía católica-nacional se sienta amenazada por aquellos que, expresando en absoluta libertad su opinión, pudieran ayudar a reflexionar a sus bases. Imagínense que a su rebaño le diera por pensar. Por someter su fe al tamiz de la ironía y la razón. Podría haber una avalancha masiva de deserciones o una reforma total de la institución, una oligarquía que criminaliza la crítica y la duda.
Ana Cuevas Pascual Zaragoza

El Partido Popular inaugura sobre plano
En la Comunidad Valenciana, los políticos del PP se han lucido en el periodo inaugural. Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, abrió una estación de trenes en una pedanía de Valencia e invitó a los vecinos a pasear por el túnel; el presidente de la Diputación, Alfonso Rus, inauguró unas obras en Ontinyent, se mofó de un grupo de personas con problemas de movilidad diciéndoles que, si no podían bajar por las escaleras, y debido al elevado coste que supondría un ascensor, les podían poner unas cuerdas para bajar y subir. El president de la Generalitat, Francisco Camps, fue hasta la Vall d’Uixó y no vaciló ni un segundo al decir "¡Os prometí un hospital y aquí tenéis la maqueta!".
Supongo que el día que en la facultad enseñaban lo que es el compromiso con los ciudadanos y el respeto hacia las personas, los políticos valencianos decidieron quedarse a jugar al póker en la cafetería. Debía de gustarles bastante lo de no ir a clase, porque Camps tampoco fue el día que dijeron que después de comprar algo, se paga, trajes incluidos.
Héctor Casero Valencia

Sobre la prohibición del velo integral

Está claro que no podemos tolerar el burka ni ningún velo integral porque, primero, y lo más importante, es una opresión hacia la mujer y una violación de los derechos humanos, que están por encima de cualquier mala interpretación de textos religiosos. Segundo: a una persona se la tiene que poder identificar y, con la cara tapada, sea hombre o mujer, es un peligro para la seguridad.
En resumen: no se puede tolerar esta violación de los derechos humanos en ningún país del mundo, ya sea porque hay unas pocas o porque son miles las mujeres deshumanizadas y esclavizadas de esta manera. Tampoco se trata de una cuestión de derechas o de izquierdas, ni de electoralismo barato. Es cuestión de dignidad humana que ya nos afecta y afectará cada vez más en cualquier punto del planeta. Incluso aquellas mujeres que dicen llevar velo integral porque ellas lo han decidido libremente, están incentivando más a quienes oprimen al género femenino. ¡Cuántas mujeres desearían quitárselo y no pueden! De lo contrario, pueden sufrir todo tipo de amenazas, palizas y aberrantes torturas, muchas veces con consecuencias irreversibles. Todo el mundo, hombres y mujeres, debería leer el libro de Wassyla Tamzali titulado El burka como excusa.
Marta Pombo Sallés Sant Boi de Llobregat (Barcelona)

Indignación y repulsa en el País Valencià
Al preguntarle su opinión sobre una manifestación convocada a iniciativa de unos ciudadanos pidiendo su dimisión, el president de la Generalitat de Valencia, Francisco Camps, contestó que el día de la manifestación había estado inaugurando un aeropuerto en Castellón. Estas maneras, además de retratar al personaje y poner de manifiesto su falta de educación, reflejan, en mi opinión, un problema más grave del que adolece la clase política de este país (salvo muy contadas excepciones). A saber, su frecuente negativa a dar explicaciones sobre lo que hacen o lo que dicen en relación con asuntos de interés público.
No admiten preguntas en las ruedas de prensa, miran el logotipo del medio antes de responder o ningunean al periodista. No consideran que deban dar más explicaciones que las que ofrecen en los parlamentos. Esta actitud, que se ha ido agudizando con el paso de los años, ha agrandado el foso que separa a los ciudadanos de los políticos que dicen representarnos, por lo que es previsible que en el futuro asistamos a una transición desde la indignación que producen estas conductas antidemocráticas a su repulsa abierta y veamos más iniciativas como la de esos ciudadanos de Valencia. Un ejercicio, por otra parte, muy saludable.
José Cienfuegos González Madrid

La educación envejece y los profesores también
Desde agosto, los docentes verán cumplido el deseo del Gobierno de que tengan que dedicarse a la enseñanza hasta los 67 años. Los maestros, que hasta ahora gozaban de una prejubilación voluntaria a los 60 años, tendrán que dedicarse casi una década más a su adorada pero laboriosa tarea. Han invertido su vida en educar con ejemplo y constancia, un trabajo duro, aunque reconfortante. Escuchar a un maestro hablar sobre sus años de experiencia es escuchar la vida de miles de personas, su infancia, su lucha por aprender y su intento de superarse. Pero es una labor cansada que no debería llevarse hasta tan madura edad. Lo mejor es dejarles descansar y disfrutar de su esfuerzo.
Pilar Rubio Partal Valencia

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