Cartas de los lectores

2 de abril

Pura corrupción eclesiástica
La Iglesia católica española, o al menos su jerarquía, siempre se ha considerado, modestamente, a la cabeza del mundo en todo. Pero ahora acaba de superarse ampliamente en el campo de la corrupción económica. Y no me refiero, como sería más lógico, por su capital poco espiritual, el Vaticano, a pesar de sus esfuerzos por conseguir la primacía también en esto, con el caso Marcinkus y la bancarrota del Banco Ambrosiano, sino de un mero obispo de una diócesis menor de un país mucho menor que España, Eslovenia, cuyo desfalco se cifra en torno a los 800 millones de euros, lo que ha perjudicado a los 30.000 (ex) creyentes. Ante esas cifras, los menos de siete millones de euros del obispado de Salamanca con Gescartera, los apuros financieros del obispo de Castellón, o el confesado escaso medio millón de euros del convento zaragozano, no pasan de ser eso, escrúpulos monjiles.
Darío Gregoris Nieto Rábida Madrid

El acceso a la información, un derecho de todos
España es el único país de los grandes de Europa que no cuenta en su legislación con una ley que permita el acceso de todos los ciudadanos a la información pública. No es de recibo que el Gobierno de Zapatero haya anunciado la creación de esta ley ya en dos ocasiones, en 2004 y 2008, y que hayan terminado siendo meras promesas incumplidas.
El acceso a la información pública es un derecho de todos, reconocido en los tratados internacionales y parte esencial del derecho de la libertad de expresión. Más de 80 países ya han introducido esta ley en sus respectivas legislaciones. En España, sin embargo, sólo se puede acceder a la información de carácter público si el individuo es parte interesada en el asunto que concierne.
Evitar esta ley no es más que una muestra de que tienen asuntos o datos que prefieren mantener en la sombra, un punto a favor de la hipótesis sobre la poca transparencia que existe dentro de la Administración pública española. En definitiva, se reafirma la sensación de que no existe claridad y nitidez en los asuntos públicos.
Marta Sánchez Ortigosa Majadahonda (Madrid)

El excesivo precio de la vivienda en España
The Economist ha alertado de que la vivienda en España sigue sobrevalorada en más del 40 %, algo que ocurre en pocos países del mundo. Sin embargo, el Gobierno sigue insistiendo, desde hace años, y por boca de sus máximos representantes, en la tesis de que los ciudadanos deben comprar ahora, ya que es el momento ideal. Sin duda es un momento óptimo, pero sólo para los especuladores, que ya nunca podrán ganar tanto. En un tema parecido, Zapatero acaba de rechazar por segunda vez la propuesta parlamentaria de saldar las hipotecas con la devolución del piso, como sucede en otros países y como pide la más elemental justicia, al haber sobreestimado el valor del producto los vendedores y los bancos que dieron las hipotecas. Ambas actitudes muestran hasta qué punto este Gobierno de socialistas "no practicantes", por decir lo más suave, toma partido radicalmente en favor de los más pudientes, en contra de la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Luis Escobar Huerta Madrid

Profesores, estrés y crisis económica
Un estudio reciente efectuado por un sindicato de enseñanza pone de manifiesto que un 50% del profesorado se siente estresado en su trabajo diario. Pienso que es un problema al que se le debería prestar una mayor atención y esfuerzo para solucionarlo. Son muchos los profesores que tienen este problema de salud, lo que tiene una repercusión económica importante y sin duda incide en la calidad de la enseñanza. Esta situación no es nueva; sin embargo, en los últimos años ha crecido de una manera alarmante. Las soluciones para mejorar de una vez estos casos parece que no se quieren aplicar, aunque muchas de ellas son conocidas. ¿Hasta cuándo vamos a seguir sin encarar el problema y adoptar las medidas necesarias que ayuden a realizar bien el trabajo a los profesores y sirvan para mejorar nuestro sistema educativo? Muchos profesores agradecerían menos reconocimientos públicos y más interés y esfuerzo para solucionar estos graves problemas de salud, que también afectan a sus familias y suponen un coste a la sociedad.
Plácido Cabrera Ibáñez Jaén

La innecesaria ruleta nuclear no se ha parado en Japón
No hacen falta tremendas catástrofes naturales para desencadenar un desastre nuclear como en Fukushima. Así, en 2006 un incendio casi hizo perder el control de un reactor en Ringhals (Suecia). Debido a incendios se tuvieron que cerrar la central nuclear de Vandellòs I (Tarragona) en 1989 y la de Vandellòs II durante tres meses en 2008. Un error humano o un atentado sería también suficiente. Esta ruleta nuclear, que se multiplica por el número de reactores y almacenes de residuos, es innecesaria porque existen alternativas, además, menos costosas. Un plan de ahorro energético contundente podría, sin afectar al confort, evitar antes de 2016 más de la mitad de la producción nuclear actual. El otro pilar serían las renovables, que generan el 35% de la electricidad y crean hasta siete veces más empleo que otras. Además, la capacidad eléctrica es suficiente para cerrar la central de Garoña. Frente al beneficio a corto plazo del lobby nuclear, el interés general y de las generaciones futuras debe apostar por un modelo eléctrico seguro y sostenible.
Emmanuel Bergasse Navarra

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