Cartas de los lectores

30 de abril

La sanidad cubana no tiene nada que envidiar
Recientemente viajamos a Cuba con nuestros hijos de 3 y 6 años. El pequeño sufrió un golpe en la cabeza y nos trasladamos al hospital más cercano, el Infantil Ángel Arturo Aballi, al sur de La Habana. Allí estuvo bajo la observación profesional y cariñosa de cuatro médicos y dos enfermeras, como al resto de los niños cubanos que vimos por allí.
Mi hijo estuvo en observación un par de horas y finalmente lo trasladaron al Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez para darle una atención más especializada. Allí un médico mandó realizar pruebas de rayos X y análisis de orina, en media hora teníamos los resultados, todo estaba bien y nos dieron el alta.
Y todo de manera gratuita. Hay países cercanos en los que si necesitas atención médica primero te toman los datos de la tarjeta de crédito.
Nadie nos acusó de colapsar y aprovecharnos de la sanidad cubana. Eso sólo se lo he escuchado a algunos racistas aquí cuando ven a algún inmigrante en urgencias. Siempre había pensado que si por desgracia alguien de mi entorno tuviese un accidente en el extranjero, lo mejor que le podría pasar sería que le ocurriese en Cuba, hoy lo afirmo.
Nuestro eterno agradecimiento al pueblo cubano y a su revolución que ha dotado a toda la población de un sistema de salud ejemplar.
Javier Tabarés Ruiz-Henestrosa
rivas vaciamadrid (madrid)

La conducta antideportiva
de algunos ídolos futbolistas
En el deporte siempre se nos ha recalcado que hay que saber ganar, pero más importante es aprender a perder para superarse en la siguiente ocasión. Pero tanto los culés –despotricando contra el entrenador rival– como los blancos –diciendo que los azulgrana simulan golpes inexistentes– nos han ofrecido una conducta de todo menos deportiva.
Y es que –advirtiendo que a lo mejor Mou no sabe tanto como aparenta y que el partido no se gana en el despacho sino únicamente en el campo– estamos viendo la peor cara sin duda de un bello deporte practicado por millones de chavales en el mundo que, ilusionados, imitan todo cuanto hacen sus ídolos.
Miguel sánchez trasobares

zaragoza

SIN DErechos en las descargas gratuitas
La ley Sinde consiste en la regulación de descargas y en la cancelación de páginas web que ofrezcan gratuitamente cine, música y literatura sin que los productores se lleven beneficio. La ley está enfrentando a los creadores y a los clientes. Pero no todos los que se encuentran en la industria del cine o la música están a favor de dicha ley, como el expresidente de la Academia Nacional de cine Álex de la Iglesia. Esto nos hace pensar si dicha ley busca ayudar al mundo del cine, música, literatura; o enriquecer las arcas del Estado obligándonos a pagar por intentar crecer culturalmente. No hay que quedarse con lo que nos intentan vender sino ver el trasfondo con el cual se nos intenta sacar dinero a costa de lo que haga falta.
Jorge Carrascosa Montaña
valencia

La preocupación del papa
por el laicismo
Desearía tranquilizar al papa por su preocupación ante la creciente laicidad en España: es un Estado laico el que garantiza el derecho a que cada ciudadano profese la religión que desee.
En cualquier caso, como me gusta ayudar al prójimo, aun siendo ateo, me permito humildemente ofrecer unos consejos para evitar el aumento de la laicidad. Es indispensable que la Iglesia se autofinancie, con cuotas o, como en Alemania, con una cantidad de la nómina. Cada uno que se costee sus creencias. La Iglesia católica recibe del Estado más de 6.000 millones de euros al año y no tiene que rendir cuentas. Contrata y despide profesores cuyo sueldo paga el Estado, dispone de una casilla en la declaración de la renta, exenciones fiscales, donación de solares... Privilegios que serían impensables para otras religiones.
La Iglesia no debería dificultar apostatar porque no se puede obligar a nadie a ser católico.
Los casos de pederastia y abusos sexuales dentro de la Iglesia deben resolverse en los juzgados, no se pueden ocultar. Es necesario que la religión no invada el ámbito público. Ya saben, capillas en hospitales y universidades, capellanes militares, cofradías que indultan presos, corporaciones municipales, policía y ejército...
La Iglesia ha promovido manifestaciones contra el matrimonio gay. En vez de intentar quitar derechos, se acercaría más al pueblo si saliera a la calle a clamar contra la injusticia social. Aquello de ayudar a los oprimidos y a los pobres que predicaba Jesucristo y que hoy la Iglesia tiene tan olvidado.
JOSé ABAD NICOLáS
zaragoza

Más Noticias