Cartas de los lectores

30 de abril

Ayudemos a la Cañada Real igual que a Orcasitas
El fenómeno del chabolismo nació en la posguerra. En los extrarradios de las grandes ciudades, y especialmente de la capital, empezaron a crecer este tipo de asentamientos, carentes de todo tipo de infraestructuras básicas y de un mínimo de higiene.
Conozco muy bien esa historia, que es parte además de mi historia personal.
La familia de mi abuelo fue una de las primeras pobladoras de lo que hoy es el barrio de Orcasitas. A estas gentes  se les quiso echar del lugar porque sus viviendas eran ilegales. Los humildes vecinos de Orcasitas se enfrentaban entonces a una dictadura y a un sistema económico que ya basaba su prosperidad en el ladrillismo –hay cosas que desgraciadamente no han cambiado –.
Los numantinos orcasiteños sabían que sus escasas opciones pasaban forzosamente por la unidad de todos los afectados, y por eso fundaron en 1970 la Asociación de Vecinos de Orcasitas. Tres años después, en 1973, con el dictador todavía vivo, el Tribunal Supremo dictó la histórica sentencia que reconocía a los que vivían en el barrio su derecho a seguir viviendo allí en nuevas viviendas construidas por el Estado y convenientemente dotadas. La sentencia, en la que se apoyaron barrios similares de toda España ha pasado a la historia –a la pequeña historia, la que pocos conocen porque llega difícilmente al conocimiento de los políticos – con el nombre de la Memoria Vinculante.
Hoy, casi 40 años después de la Memoria Vinculante, quieren desalojar a los que habitan la Cañada Real Galiana. Los primeros asentamientos en esta zona también surgen en una época similar a la de Orcasitas. A la cañada llegaron en la posguerra gentes de Toledo, de Extremadura, de Andalucía, de Castilla-La Mancha. Ahora vienen de Marruecos, de Rumanía, del África Subsahariana. Muchos de estos pobladores son ilegales, como sus casas. En 1973 los orcasiteños lograron la misericordia de la justicia franquista. Seguramente esa lucha fue apoyada por todos los que deseaban un cambio de régimen en España. Actualmente, y gracias al progreso alcanzado en los últimos 30 años, puedes votar al PSOE o a IU y no inmutarte porque unas cuantas familias se queden en la calle...
¿Por qué en la Cañada Real Galiana no se hace lo mismo que se hizo en su día en Orcasitas, en Carabanchel, en Vallecas, en San Blas, y en tantos otros barrios que algún día fueron ilegales?
Cierto es que se trata de una vía agropecuaria que requiere una conservación; entonces apliquemos este mismo criterio al Paseo de la Castellana, a la Gran Vía o a la Plaza de la Cibeles, donde por cierto tiene su sede el Ayuntamiento
de Madrid.
Si la cuestión es derribar las viviendas ilegales, que el señor Ruiz-Gallardón no siga con los procesos de urbanización en los 22 nuevos desarrollos declarados ilegales por el Tribunal Supremo en sentencia firme el pasado verano. En total son 130.000 viviendas proyectadas en suelo protegido. Pero apuesten a que se construirán finalmente y a que no veremos pasar por allí a los antidisturbios.
Daniel Jiménez

Portavoz de V de Vivienda Madrid
Las consecuencias del aislamiento social
La felicidad y el equilibrio emocional de las personas está relacionada directamente con la riqueza de su círculo social. Cuanto más rico sea ese entorno de relaciones sociales, más sana y satisfactoria es la vida de una persona y por lo tanto más equilibrada es una sociedad que, al fin y al cabo, se compone de gente como nosotros mismos.
En los últimos años, hemos asistido a ciertos síntomas de enfermedad social que surgen  en países que son considerados modélicos en otros aspectos, pero que tienen en el individualismo una de sus banderas.
Estados Unidos, un país armado hasta los dientes, es protagonista de vez en cuando de episodios trágicos protagonizados por personas cuya integración social sería mejorable. Mientras el centro de Europa es, tristemente, un yacimiento de escándalos macabros en los últimos quince años que no tiene parangón con el modelo social mediterráneo que genera personas con facilidad para relacionarse con los demás. Menos mal.
Creo que sigue siendo una buena idea lo de quedar con los amigos a tomar unas cañas, que en las calles siempre haya gente relacionándose con gente y que nos rebelemos contra esta tendencia a crearnos repúblicas independientes de nosotros mismos. Porque sin los demás... no somos nada... bueno.
Ignacio Caballero Botica

Madrid
El auge de la xenofobia
Los discursos fáciles de la xenofobia y el miedo al otro ganan miles de adeptos en toda Europa. Recientemente ha sido en Roma, donde un político posfascista ha llegado a la alcaldía prometiendo mano dura contra la delincuencia y la inmigración (de nuevo uniendo ambos términos); pero no hace falta irse tan lejos, en nuestro país se hace propaganda desde la radio de la Iglesia católica con una agresividad verbal que cuesta oír. Todos tenemos conocidos o amigos que se dejan influir por estos proclamadores de la catástrofe que no entienden la sociedad en la que viven. No todo vale para ganar unas elecciones, cuando se excita deliberadamente la agresividad de la población, luego es posible que no se pueda volver a la normalidad con facilidad.
Javier Lacomba Maruri

Valladolid

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