Cartas de los lectores

2 de junio

Crisis
Ante el continuo clamor popular por la intervención del Estado en todos aquellos temas que pueden afectar de manera directa o indirecta a nuestro actual Estado del Bienestar, ¿sería recomendable comenzar a leer o releer los postulados marxistas y egelsianos?
¿A quiénes perjudicaban estas teorías para haber sido sistemáticamente tachadas de diábolicas y paleolíticas?
¿Por qué nadie quiso oír hablar de plusvalías y de medios de producción?
¿Existe a día de hoy el llamado proletariado o, al contrario, todos somos burgueses de bien, independientemente de estar o no estar a un paso de la fatalidad? Consciente soy de que lo escrito suena a folletín del siglo XIX, pero no creo que nadie pueda –visto el panorama– rechazar la idea de que lo que falla no es la economía, sino el modelo económico. Ese modelo que nos introdujeron con calzador y promesas glamurosas.
Y ahora, ya leído este pasaje decimonónico, seguramente alguien sacará a la mesa de debate a Cuba. Decirles debo a estos sensibles liberales que hablamos de un nuevo modelo. Ni economía cubista, ni economía surrealista.
Es hora de empezar a hablar en serio.
Francisco García Castro

Estepona (Málaga)

Morir a su manera
Leo con enorme satisfacción que en Andalucía a los enfermos en fase terminal pronto se les reconocerá el derecho a morir.
Pero, ¿por qué sólo en Andalucía? Se necesita una ley de ámbito estatal que permita a los que sufren acabar, cuando así lo decidan, con el dolor sin remedio.
Puesto que en cualquier sociedad culturalmente avanzada, existe el mismo derecho a creer en Dios que en lo contrario, ¿por qué razón la ley civil protege la voluntad del religioso a la hora de su muerte y criminaliza la del que no lo es?
¿No reside en el desarrollo de la libertad individual y, simultáneamente, en el respeto a la del otro, la esencia de los sistemas políticos más evolucionados de la historia del hombre?
El Gobierno debe saber que tanto el creyente como el no creyente tienen el mismo derecho a morir en paz, cada cual a su manera.
Enrique Chicote
Arganda de Rey (Madrid)

Teleasistencia gratuita
La Teleasistencia del Ayuntamiento de Madrid ha dejado de ser gratuita, y sin previo aviso, para los ciudadanos que ya la tenían concedida.
Mis padres son dos de estos ciudadanos que a partir de la factura telefónica de enero de este año empezaron a observar la facturación de llamadas a números 902 desconocidos para ellos.

Empecé a sospechar que estas llamadas las pudiera generar el aparato de teleasistencia, por lo que llamé al número de averías de la empresa del servicio, donde me confirmaron que así era desde diciembre del pasado año.
Me quejé y pedí que elevaran la protesta a la dirección de la empresa. Al cabo de unos días alguien se puso en contacto conmigo y le reiteré la queja. Como consecuencia de ello, mi padre ha recibido una carta de ASISPA, la empresa que presta el servicio, informando que se debe a pruebas de autotest de la centralita con el aparato en el domicilio.
Lo grave es que la Teleasistencia ha dejado de ser gratuita y que el Ayuntamiento no ha informado a los ciudadanos afectados.
No voy a poner en cuestión el sistema técnico adoptado, pero creo sinceramente que el coste de este servicio de autotest debe asumirlo el propio Ayuntamiento.
Hay que tener en cuenta que muchos de los ciudadanos a los que se ofrece este servicio tienen bajos ingresos.
José Blanes Rubio

Madrid

Ciudadanos y vehículos
Transcurridos 20 años, la corporación municipal de Valencia se encuentra inmersa en la difícil tarea de aprobar el Plan General de Ordenación Urbana, tarea difícil debido a que, en gran parte, se trata de contentar a unos y a otros; a políticos, a constructores, a asociaciones vecinales, etc., cuando sería mucho más fácil plantearse qué ciudad queremos dejarle a las generaciones venideras, independientemente de los intereses particulares de unos y de otros.
Así las cosas, este nuevo PGOU plantea nuevos accesos, puentes y viales sin plantearse que facilitar la entrada de más vehículos significará más problemas de tráfico y aparcamiento en una ciudad ya rebosante de estos problemas. Creo que ya ha llegado el momento de plantearse que la ciudad debe ser para los ciudadanos, dejando los vehículos en segundo plano, restringiendo por consiguiente el acceso de los vehículos en amplias zonas de la ciudad.
Ejemplos existen en Europa, pero, claro está, son medidas electoralmente negativas. Londres es sin duda uno de estos ejemplos y, por supuesto, nuestra alcaldesa no será quien asuma el riesgo de perder su pertrechado sillón.
Vicente Sepulcre

Valencia

Irak
El testimonio del general Petraeus delante del Congreso de Estado Unidos reiteró lo que los expertos militares y políticos llevan diciendo desde hace ya varios años: "Una victoria militar en Irak no es posible y, puesto que el ambiente político está tan fracturado por las diferencias sectarias, una victoria política en Irak es más que cuestionable".
La Administración Bush nunca entendió la cultura y no estudió la historia de Oriente Medio. Somos básicamente un Ejército cristiano haciendo una guerra en un país islámico. Eso era, es y siempre será, una fórmula para el desastre.
Deberíamos retirarnos y dejar a los iraquíes resolver sus diferencias sin interferencias de fuera. Ya hay bastante antiamericanismo en el mundo debido a las acciones de George W. Bush
sin necesidad de buscar otras nuevas.
Richard M. McBride

Valencia

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