24/06/2008

La magia del fútbol
Un año más, el fútbol volvió a paralizar la vida de este país, y todos y todas seguimos durante más de dos horas de partido el juego de Villa, Torres, Puyol, Xavi, Casillas, Capdevila, Senna... protagonistas de una victoria que hemos vivido como si hubiéramos ganado la mismísima Copa de Europa; porque, después de tanto tiempo, era justo y necesario romper con el maleficio y pasar de cuartos. Es la magia del fútbol, que genera una ilusión colectiva, que logra ponernos de acuerdo en el mismo tema, porque durante esta semana no se hablará de otra cosa estés donde estés y de paso nos permitirá sacar el entrenador que llevamos dentro para analizar la jugada con lujo de detalles. Ahora, Luis Aragonés es el mejor entrenador del mundo mundial, quién lo diría después de que una parte de la afición le pedía de una forma clamorosa su dimisión una vez finalizado el Campeonato del Mundo de Alemania en 2006. Pero de eso nadie se acuerda porque ahora estamos bajo la magia de la roja y ¡olé!
Luis Ernesto Albis Albis / Ciudad Real

Buque insignia tocado
La inmunidad de que abusaba el periodista Federico  Jiménez Losantos amparándose  en el artículo 20 de la Constitución tenía que haber recibido hace tiempo un correctivo judicial como el que ha recibido ahora con el tema Gallardón.
Es intolerable que el locutor de la radio de los señores obispos, amparándose en la propia institución religiosa y en su derecho de no revelar sus fuentes de información, pueda mentir y acusar como hacían los inquisidores en la Edad Media  a diestro y siniestro, a todo ser humano que no se confesara partidario de las creencias de la Iglesia católica.
Nunca es tarde si la dicha es buena y en esta ocasión el resultado es positivo para la buena convivencia del pueblo español y negativo para las instituciones que lo apoyaban y le daban cobertura publicitaria en sus emisoras.
La libertad de expresión tiene que tener el límite máximo de no invadir la libertad de los demás. Creo que en ésta ocasión no sólo se ha sentado en el banquillo Jiménez Losantos, sino simbólicamente la propia institución que lo ampara y lo protege. Me congratula y creo recoger el sentir de la mayoría de los españoles de que, por esta  vez al menos, se haya roto ese dicho tan popular del que con la Iglesia hemos topado.
Joaquín García Mayo  / Getafe (Madrid)

¿Europa vs. África?
Como todos los años por estas fechas, la Unión Europea se pone a la defensiva y predica que en las fronteras de África; es decir, en los límites del mundo desarrollado con el subdesarrollo, justo en ese lugar donde nadie desea estar, es posible garantizar la seguridad y los derechos humanos al unísono. Aquella la proporcionarán manu militari los estados fronterizos de tránsito, la apariencia de legalidad la prestarán las socorridas ONG, actividades financiadas con fondos europeos.

Tal forma de ver las cosas olvida que la inmigración es un hecho social muy complejo, en el que intervienen seres humanos que tienen capacidades, motivaciones e intereses idénticos a los nuestros, a los que estamos a este lado de la frontera. Los inmigrantes africanos saben que la sociedad opulenta a la que quieren llegar acoge perfectamente a los "extranjeros ricos". Igualmente, saben que a ellos les va a resultar muy difícil hacerse un hueco, porque sólo tienen su fuerza de trabajo (sea cualificada o no) y que por eso son percibidos como una amenaza genérica a nuestra identidad.
Para los inmigrantes provocados por la globalización, los que se dejan la vida en cualquier frontera europea, la duda no es tanto estar arriba o estar abajo, ser más o ser menos, algo que remite a las relaciones económicas y sociales internas, sino estar dentro o estar fuera, formar, dentro del sistema, parte de la estructura de producción y consumo, o esperar fuera a que éste le incorpore a uno en forma de curiosidad cultural o turística.
Luis F. Crespo Zorita / Alcalá de Henares (Madrid)

Congreso del PP
Aun a sabiendas de que la derecha política es la peor rémora que tenemos que soportar en nuestro largo y duro peregrinar a la emancipación del ser humano, no me importa hablar de ella, de sus pequeñas cosas que la atribulan, regocijan y entretienen. Hay que entender, por tanto, que estas reflexiones que me hago son algo así como una especie de comentario de texto, por ejemplo,  El patito feo, de Andersen. Puro estudio elemental de caracteres.
Del congreso del PP que tantas expectativas creó, desde un punto de vista puramente anderseniano tengo que decir que han ganado los buenos. Don Mariano ha salido victorioso enarbolando la bandera de la moderación y el diálogo. Muy bien. Eso es lo que tiene que ser, qué narices. Sin embargo, nuestro celebérrimo héroe de Perejil, José María Aznar, ha recibido una última colleja en su mismo frontispicio y dejó en el libro de sesiones su característica rúbrica chunga: "si nos avergonzamos del pasado, echamos el cierre". Ay, ay, ay, Josemari ¿Pero qué cierre? ¿Y sobre qué cosa? El héroe entiende el PP como un colmado de la inquina que tiene un cierre presto a caer si le cortan la mala baba. En fin. Al menos, durante esta legislatura cabe esperar que se oirán menos exabruptos retrógrados y que el Salón de Plenos se parecerá algo más a esa cátedra de la dialéctica que tantos españoles añoramos. Muy bien por don Mariano.
Mario López / Madrid

18 euros más
Con motivo de la huelga de transportistas, un amigo, que hace años compró un coche de gasóleo porque era más económico el combustible, me comunicaba que comprendía a los transportistas, pues a él, llenar el deposito de gasóleo le costaba hoy 18 euros más que hace justamente un año. Y es que el coste del llenado de un depósito medio de gasóleo de 55 litros asciende a 70,89 euros.
En lo que va de año el precio del litro de gasóleo acumula una subida del 21,1%. Si se comparan estos precios con los de hace un año, el litro de diésel es un 33,7% más caro. Mi amigo me preguntaba cual era el motivo por el que el gasóleo haya subido un 33’70 % y el de la gasolina un 14 %. No he sabido darle respuesta, tal vez los ministerios de Hacienda y Industria la tenga y que no sea simplemente el recaudatorio.
Jaume Catalán Díaz