Cartas de los lectores

8 de diciembre

El tiempo es oro
La expresión "el tiempo es oro" supone una total inversión de la jerarquía entre los medios y los fines, entre el ser y el tener. En el fondo es de un tosco materialismo la reducción de la temporalidad a su dimensión cuantitativa, un hecho que fue posible gracias a la aparición de los relojes mecánicos primero y siglos después al reloj de pulsera, que prácticamente todos llevamos. Así, la medición del tiempo nos llevó al recuento del tiempo y su racionamiento. Con todo ello, la eternidad dejó poco a poco de servir como medida y foco de las acciones humanas. Hoy vivimos cronometrados, a veces corriendo, materializados. Se come y se duerme no al sentir hambre o cansancio, sino cuando el reloj lo indica.
Al que quiera vivir el contraste entre la vida vivida al segundo y la eternidad como horizonte, le animo a realizar el Camino de Santiago. Y, a ser posible, sin reloj.
José María Pérez Pérez

Madrid
¿Ya hay peli de ese libro?
En relación con el artículo publicado el 6-12-07 ¿Ya hay peli de ese libro?: Felicitar al IES de Soto del Real de Madrid al dar respuesta activa al estereotipo de muchos estudiantes de que es mejor ver la peli que leer el libro (donde la imaginación trabaja); como antídoto, ejercitan: 1.- la biblioteca, 2.- la lectura, 3.- la adquisición de vocabulario.
El informe PISA-2006 (en el que interactúan la inversión en educación de un país, el nivel sociocultural de los alumnos y las competencias) visualiza déficit en comprensión lectora y en ciencias en el caso de España y es una invitación a los Gobiernos para que pongan los recursos necesarios que sitúen la educación a la cabeza de los mejores resultados. La dispersión existente en cuanto a resultados en pública y concertados, debido a la concentración de la variable sociocultural, es inadmisible si se ejercita la Constitución y se impide a la concertada que seleccione a los alumnos mediante cuotas del 20%.
También quería recordar que en la Zona Norte de Madrid, entre otras carencias, faltan 13 escuelas infantiles, 6 colegios públicos de infantil y primaria y 6 institutos.
Pablo Toledo Arias
Profesor de Secundaria
Madrid

Luces de Navidad
Me considero una usuaria responsable de nuestros recursos naturales: no derrocho el agua, no dejo luces encendidas cuando no hacen falta y no uso el coche si no es necesario.
Me siento indignada, en cambio, de que otros se burlen de mis esfuerzos: los que riegan los campos de golf con agua potable, los grandes almacenes que, a pesar de tener el aire acondicionado a todo gas, insisten en mantener las puertas abiertas por simples motivos de marketing y los que creen que poseer un 4x4, contaminando así el aire que yo respiro, es un derecho suyo.

Por todo eso me resulta chocante que, año tras año, haya gritos en contra de unas luces de Navidad. ¿A dónde vamos con tan necia hipocresía? Dejad las lucecitas en paz y apoyad las muchas medidas, tan serias como necesarias, para ahorrar los cada vez más escasos recursos que nos quedan.
Leonie Woodin

Madrid
Manifestación
En el día de la Constitución, de los derechos de los ciudadanos, la televisión estatal, TVE1, tiene tiempo para informarnos hasta de los pastelitos de Navidad, pero censura la manifestación de miles de ciudadanos de toda España en Madrid en favor de un régimen más igualitario, ya que "Democracia con reyes, Porsche con bueyes". Buena fecha, pues, para recordar que nuestra Constitución, nuestra democracia y nuestra España que todavía algunos tienen como su cortijo familiar es "manifiestamente mejorable".
Julián Gómez Vidal

Zaragoza
El rendimiento de la energía solar
Mi estimado compañero Manuel Lozano, Catedrático de Física Nuclear, realiza el 7/12/2007 en Público una encendida defensa de la energía nuclear como antídoto contra el cambio climático, con argumentos muchos de ellos de peso y todos respetables. Desliza sin embargo una afirmación que es del todo inexacta. Afirma que la energía solar "por su pequeño rendimiento siempre será complementaria", haciéndose eco de un extendido prejuicio que no por extendido es menos falso.
Es bien sabido que los fotones que nos llegan del Sol (la energía solar) llegan sin degradarse desde la corona solar que está a 6.000 grados aproximadamente. Esto quiere decir que esta es la temperatura máxima teórica que puede alcanzarse por técnicas de concentración (espejos parabólicos, por ejemplo) a partir de la energía solar. Que esto no es una entelequia y que temperaturas altísimas pueden obtenerse a partir de la radiación solar es algo que ya sabía Arquímedes en la antigüedad y que los actuales ingenieros que diseñan centrales eléctricas solares, que alcanzan miles de grados en el intercambiador, saben perfectamente.
Y cualquier estudiante de segundo de física algo versado en termodinámica sabe que con esas temperaturas en el foco, rendimientos teóricos cercanos al 90% –y prácticos del orden del 30%– pueden obtenerse fácilmente (por cierto, el 30% es también el rendimiento de las centrales eléctricas convencionales, de fuel o carbón). Respecto de la energía fotovoltaica, rendimientos comerciales del 15% son comunes, y rendimientos experimentales en torno al 50% también se alcanzan sin problemas, no existiendo límite termodinámico para el rendimiento teórico.
Así pues la energía solar no tiene el mencionado "pequeño rendimiento", ni teórico ni práctico. Quizás lo que mi buen amigo Manuel Lozano quiso decir es que la energía solar está ya distribuida, de modo que no es posible construir centrales solares de varios gigawatios, como las nucleares. Esto es cierto, pero entonces la pregunta sería ¿Para qué concentrar la producción de energía en unas pocas centrales si luego hay que distribuirla de nuevo? ¿Quizás para que el negocio de la energía siga también concentrado en manos de unos pocos?
Ricardo Marqués
Profesor Titular de Física
de la Universidad de Sevilla

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