Cartas de los lectores

22 de noviembre

Condena a los obispos
Tras la quinta condena judicial por injurias al locutor estrella de la emisora de los obispos, denuncio a sus cómplices y responsables morales de las mismas, los obispos católicos españoles, y los condeno como ciudadano y como víctima personal y familiar de sus maquinaciones.
Ya la primera condena judicial a Federico Jiménez Losantos demostró que los propietarios de la Cope no son realmente obispos, es decir, "vigilantes" de la doctrina de Jesús, que puso como mandamiento central el amor a los demás y condenó al infierno a quien insultara a su prójimo.
Contumaces, en vez de cumplir con su deber, movidos por "la sagrada hambre de dinero" que les proporcionan esos escándalos, muy lejos de castigar al culpable, continúan sosteniéndolo incluso ahora.
Por culpa de esa venenosa campaña de descalificaciones a casi todo el mundo, ese reo multicondenado, y los obispos españoles con él, han inoculado sospechas, enemistad y odio entre millones de españoles, ignorantes o temerosos de su poder sagrado, separando a las mismas familias, como ya hicieron en otras épocas, en que repetidamente propiciaron o enconaron guerras fratricidas. ¿Cabe más condenable crimen contra la doctrina de Jesús y contra la humanidad?
José Manuel Llera Lozano / Madrid

Ley de Dependencia
En nombre de nuestro familiar, Jose Luis Rivas Merino, que padece desde el año 1994 una enfermedad incurable y degenerativa, queremos expresar nuestro profundo malestar ante la actitud de las autoridades de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Pensamos que estamos siendo víctimas de un conflicto partidista que hace que la actual Ley de Dependencia, aprobada por el Gobierno del PSOE en 2007, no sea abordada en su totalidad en aquellas autonomías gobernadas por el partido de la oposición, el PP. Es por ello por lo que padecemos continuas trabas para conseguir lo que por ley legítimamente corresponde a Jose Luis, algo por otro lado ya reconocido por los responsables de los Servicios Sociales de la ciudad de Logroño.
Exigimos, por tanto, a la Comunidad de La Rioja, que deje de obstaculizar con excusas burocráticas el trámite para la consecución de la ayuda económica que, por su grave padecimiento, nuestro familiar debe disponer.
Manuel Martínez Ajamil / Logroño

Tiempos de cumbres
Estamos en la época de las cumbres o reuniones para todo. Desde la ya famosa por la crisis que padecemos, la conocida de Washington, pasando por las asiáticas, latinoamericanas, europeas y hasta las de presidentes autonómicos. Todo parece que hay que resolverlo con cumbres políticas o, mejor, de políticos.

Yo, en verdad, tengo mis grandes dudas de para qué sirven la mayoría de las mismas, viendo lo que vemos una vez celebradas. Lo que está muy claro es que ninguna de ellas escatima en gastos, cuando la mayoría tratan problemas referidos a todo lo contrario. Viajes costosos y largos en los mejores y cómodos medios, estancias en hoteles de lujo, comidas a lo grande y un sin fin de gastos más, en seguridad, etcétera, todo para que a los participantes no les falte ni un detalle. Ya está bien, señores políticos, de tanto reírse del personal.
Federico José Marín Rodríguez / Jerez de los Caballeros (Badajoz)

Porteros de discoteca
Somos jóvenes que salimos los fines de semana a divertirnos, aunque siempre con el riesgo de que haya alguien que pierda el control y se nos complique la noche, o la vida, o incluso la vida de los familiares, como los del chaval asesinado el pasado viernes en una discoteca de Madrid.
Pero no habría de qué
preocuparse. Los dueños de los locales velan por la seguridad y el bienestar de sus clientes y contratan para ello personal especializado. Lo importante, dicen, es siempre el cliente. Hasta aquí la teoría.
La práctica es muy distinta: cuando presencio alguna bronca grave en un pub o discoteca, los protagonistas siempre son los porteros. ¿Son realmente personas con la suficiente sangre fría y profesionalidad como para sofocar una discusión? ¿O es que son personas conflictivas que reaccionan con violencia y agresividad en situaciones adversas?
Diego Delgado Valor / Madrid

Mirando al futuro
Dicen que en las guerras, en las crisis y en las revoluciones es cuando la sociedad cambia de una forma más visible. Y en estas estamos, llevamos casi un año de crisis y algunos cambios ya se ven. Antes, para cualquiera las promotoras de vivienda eran las
empresas donde más beneficio se podía obtener y un piso era el mejor activo que se podía poseer, porque jamás perdería su valor. Sin embargo,
si nos remontamos un poco más atrás, nadie pensaría que para comprar un piso necesitáramos hipotecarnos por 50 años y que, de los dos sueldos de un matrimonio, uno de ellos fuera directamente al pago de la hipoteca.
Si tuviéramos a mano la bola de cristal y pudiéramos ver como estamos todos una vez haya terminado la crisis, seguro que podríamos observar cómo acciones que ahora realizamos con normalidad, ya no las hacemos. La cuestión es que la crisis pasará y la consecuencias las volverán a pagar los ciudadanos de a pie. Para lo cual, todos tenemos que apretarnos un poco más el cinturón de lo que ya lo tenemos apretado ahora.
Roberto Martín González / Cuenca

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