Cartas de los lectores

31 de enero

Por encima
de las leyes

Estamos asistiendo estos días al bochornoso espectáculo que, al parecer, se ha montado en el Partido Popular de Madrid. Me ha sorprendido el hecho, pero no me han extrañado las formas: el saltarse a la torera todas las normas y leyes habidas y por haber. Volvemos a las ideas fascistas en las que las leyes se hacían y utilizaban para el pueblo, pero no para la plebe, que estaba por encima, porque para eso eran los elegidos por la divina providencia para gobernar.
Ahora se está discutiendo quién espiaba a quién dentro del partido en Madrid, pero lo que no se duda, ni se discute, es que todo ese barullo de espionaje y contraespionaje es para conseguir el liderazgo del partido. Estoy casi seguro, al analizar los detalles que van saliendo, que todo era conocido por los aspirantes a líder del Partido Popular en Génova, pero lo
consideraban normal.
Lo malo es que no son casos aislados, sino que hay otros muchos que actúan de forma similar en ciertos ayuntamientos, regidos por esta misma clase de políticos, donde hacen y deshacen a capricho, sin respetar leyes o normas, incluso las que ellos mismos han establecido. Así vemos la cantidad de ilegalidades cometidas en licencias urbanísticas y contratos adjudicados según su conveniencia, y todo ello de forma normal. Lo del espionaje es un caso más.
Julio Fernández /Madrid

Injusticia
La vergüenza que han supuesto a la humanidad las torturas cometidas en la cárcel norteamericana de Guantánamo no tiene parangón. Los medios técnicos de tortura utilizados son mucho peor, incluso, que cualquier gulag moderno o prisión medieval. Su cierre es la primera medida importante que ha tomado el recién elegido presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Ahora habrá que ver qué hacen con esas personas, con esos presos, porque es posible que les trasladen de prisión, cuando, en realidad, deberían juzgarles cuanto antes. Recordemos que llevan años encerrados sin juicio previo y en los nuevos destinos seguirán privados de libertad, aunque mejoren sus condiciones.
Isabel Esteban Güell /Barcelona

Fuego eterno
Nadie diría que los nuevos apologetas del viejo catecismo no fuesen los mismos de los últimos 50 años, cuando la gerontocracia presidía siempre el poder en la Iglesia. Hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la enseñanza de la religión católica en nuestro país dejó marcada para siempre la mente virgen de muchos impúberes que aún no han superado el trauma y el miedo a castigos, horrores y penas que causaría Dios a todos aquellos
que no siguiesen sus dictados al pie de la letra.
Resulta extraño y sorprendente, por tanto, que frente a aquellos que hoy defienden el librepensamiento, la razón, la humanización de las penas e, incluso, dudan de la existencia de Dios y piden el disfrute de la vida, aparezcan las religiones como sepulcros blanqueados, con la fe y el dogma como creencia indubitada, difundiendo el disfrute de la vida, pero en nombre de Cristo.

Cuando todavía en nombre de los dioses se siguen lapidando mujeres musulmanas por adulterio, se mantienen guerras de religiones, se castiga a los homosexuales con penas de muerte y, en nuestro credo católico, nos esperan en la otra vida sin posibilidad alguna de redención penas inhumanas, infamantes y degradantes, tales como arrojar a las tinieblas a los infieles y vagar errantes, purgar los
pecados eternamente y, la peor de todas, ser quemados vivos en el infierno.
Miguel Romero /Sevilla

A Rodríguez Zapatero
y Mariano Rajoy

Estamos inmersos en una crisis económica de unas dimensiones difíciles de cuantificar y de una duración muy difícil de predecir. Pertenecemos a la Unión Europea y tenemos que aprender de nuestros vecinos. Para mí, el ejemplo de Alemania es un caso claro de seriedad y pragmatismo, ya que en 2005 ya estaban en una situación delicada, y¿ qué hicieron?: aliarse los dos partidos políticos mayoritarios (CDU y SPD) bajo el liderazgo del partido más votado y así formar un gobierno fuerte. Hagamos lo mismo o, por lo menos, piénsenlo, unirse por unos objetivos concretos en los que estar de acuerdo. Igual hay que bajar algunos impuestos sin que por ello se tengan que recortar
prestaciones sociales.
Una medida de este tipo daría confianza a todos –ciudadanos, empresas, bancos, sindicatos, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo, a nuestros vecinos, a los inversores extranjeros, a las Agencias de Calificacion de Riesgos etc–.
Pablo Lacueva-Peiro /Teruel

Va por los sindicatos
Por unos sindicatos conscientes y responsables con la grave situación de la crisis que padecemos y que no quieren echar más leña al fuego para que los partidarios de las políticas del capitalismo salvaje –que han originado el mayor desastre financiero de toda la Historia– se aprovechen de las cenizas del fuego.
Hace unos días vi en una cadena de televisión a una periodista criticar a los sindicatos e incitarles a que declaren una huelga general contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Precisamente, esta informadora hace la misma política destructiva que viene realizando el Partido Popular que, en vez de arrimar el hombro para ayudar al país a salir de esta situación, lo que hace es sembrar catastrofismo todos los días con el objeto de que cuanto peor lo pasen los que menos tienen, mejor para los
partidarios de las políticas del libre comercio que han originado este desaguisado económico y financiero.
Joaquín García /Getafe (Madrid)

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