Cartas de los lectores

12 de febrero

¿Quién gobernará Israel?
Conocidos los resultados en Israel, el partido de centro derecha, Kadima, se ha impuesto por la mínima al derechista Likud frente a todo pronóstico. Esto da esperanzas al Gobierno saliente, pero, aunque Tzipi Livni pueda contar con los laboristas de Ehud Barak, requerirá de más aliados, y es en ese punto donde el líder del Likud, el ultraliberal Benjamin Netanyahu, goza de más apoyos. En principio, podría contar con los partidos de su corriente ideológica, tales como Israel Beitenu, Israel es Nuestra Casa, dirigido por el ultraderechista Avigdor Liberman, el cual aboga por la expulsión de la población árabe israelí, amén de usar un lenguaje de dureza con respecto a los países vecinos.
Por si esto fuera poco, aún quedan los representantes de los colonos de Cisjordania, donde habitan ya casi medio millón de israelíes. Así las cosas, a Livni y a su partido Kadima sólo les queda unir fuerzas con los laboristas y los ultraordoxos sefardíes del Shas, ambas fuerzas partidarias del diálogo con los países árabes.
Aún así, no es problable que pueda alcazar la mayoría necesaria para formar gobierno. Por lo tanto, considero que, dado que Israel se enfrentará en los próximos cuatro años ante el dilema de si frenar o no por la fuerza a un posible Irán con capacidad nuclear, lo mas conveniente –debido a que Netanyahu tiene aliados de sobra para formar gobierno– es que haya un Gobierno de unidad nacional entre Kadima, Likud y Laboristas, encabezado por Benjamin Netanyahu. Es la única forma de frenar la entrada de los ultranacionalistas y ultraortodoxos en el Gobierno de Israel, algo que no sería nuevo, pero que –dado su peso y el momento actual, con un presidente de Estados Unidos no tan partidario de dar manga ancha a Israel– conviene que la vertiente diplomática se imponga.
Jorge Ipiña Pando / Bilbao

Una víctima más
No existe canalla en el mundo que consiga hacerme desfallecer en mi lucha, a viva voz, en contra de esa sangría que muchos de mis congéneres se han empeñado en que no cese. Vayan estas líneas en contra de ese grupo de malnacidos, intolerantes e infames personajes que deshonran a la especie humana, usando un equivocado y posesivo concepto del amor en nombre de sus barbaries.
Ante el asesinato de una mujer no concurre justificación alguna que pueda atenuar el comportamiento de aquellos hombres que, aupados en un exacerbado sentimiento de poder y posesión sobre la mujer, ejercen terrorismo machista en contra de sus parejas o ex parejas. Y lo triste de este asunto es que sucede en una zona emocional en la que debieran estar arropados por el amor, la concordia y el entendimiento, donde la mujer puede sentirse más desprotegida:
en la pareja.
Son muchos los maltratadotes que tratan de retirarse al ámbito familiar para disfrazar su maldad bajo una falsa impunidad y que recurren a lo privado para eludir responsabilidad. Son muchas las mujeres que sufren maltrato físico y psicológico dentro de sus hogares a manos de sus maridos o parejas, quienes hacen de la privacidad de las disputas familiares una puerta falsa por la que tratan de escapar de su delito, de la censura pública y del castigo jurídico. Ahí es donde la sociedad debe estar alerta, para desenmascarar la violencia machista, denunciarla y actuar contra ella con total
contundencia.
Malditos sean quienes usen contra ellas sus manos para causarles la muerte. Las manos, en el mundo de los afectos, sólo deben ser usadas para crear caricias y dar seguridad. Que la Ley
les golpee.

Juan Carlos Pérez /Bormujos (Sevilla)

La opinión de un prejubilado
Estoy en total desacuerdo con que las prejubilaciones se produzcan como consecuencia de la idea de que los jóvenes dan mejores resultados y mejores rendimientos. Los resultados y los rendimientos se consiguen con la suma de sinergías: conocimientos, experiencia, actitud, rigor, trabajo en equipo... Y todas estas condiciones son patrimonio del individuo y no de la edad.
Hay infinidad de actividades en las que la edad de sus actores es superior a la de los prejubilados. En estos colectivos se han desarrollado leyes que les permiten seguir tomando decisiones en todos los campos hasta el final de sus días, mientras que al resto de la sociedad la meten en el baúl de los recuerdos
y sólo la sacan para pedirle su voto a través de un viaje del Inserso o de un incremento del 2% de las pensiones.
Las prejubilaciones no son más que un parche creado ante la incapacidad de crear empleo. Esta medida, que ya es más un problema que una solución, será insostenible el día de mañana.
Deseo un cambio profundo de valores y que no se creen crisis financieras como la actual, en la que el dinero sigue estando en las mismas manos, y nos descuentan el nuestro para poder seguir cometiendo
irresponsabalidades.
Manuel García Alba/Vigo (Pontevedra)

El Canal de Isabel II
Parece ser que a los del Partido Popular les interesa mucho saber a cuánto va a ascender el montante del coste de los carteles que la ministra Elena Salgado obligará a colocar en las obras en las que se empleen los dineros que el Gobierno ha otorgado a los ayuntamientos para incentivar el empleo.
Me gustaría saber a cuánto ha ascendido, cuántos contratos han sido adjudicados y a quién han sido otorgadas las innecesarias obras ejecutadas en los terrenos del Canal de Isabel II. A los madrileños nos han usurpado el disfrute visual de los espacios y la posibilidad de interactuar con la fauna del Canal de Isabel II.
Víctor Izquierdo / Madrid

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