Cartas de los lectores

25 de abril

Más que una equivocación
El tiempo ha demostrado que los cadáveres de 30 de nuestros soldados quedaron sin identificar "por las prisas" y que a sus ataúdes se les asignó un nombre que no les correspondía. Uno de los acusados por semejante chapuza confiesa que decidió que de la información que se diera a las familias fueran eludidos los detalles más escabrosos para que "no se torturaran", y la presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre, añade que no puede criminalizarse a quienes intentaron "disminuir el dolor de las familias". "¿Que se equivocaron?, claro que se equivocaron: nos equivocamos todos", remata quien yerra al hacer este análisis.
Nos encontramos ante una negligencia imperdonable por parte de quienes tenían la obligación de entregar a unos padres los restos mortales de sus hijos, y no los de otros; de quienes no cumplieron con su deber simplemente porque había que llegar a tiempo a un funeral de Estado que quedó manchado desde el mismo momento en que mancillaron de ese modo la memoria de quienes eran sus compañeros, unos soldados que día tras día expresaban su temor y sus quejas, algunas de ellas remitidas a las autoridades competentes, por el mal estado del avión en el que tenían que viajar. ¿Acaso alguna autoridad, funcionario o político responsable en aquel momento de su seguridad intentó disminuir el sufrimiento de quienes escuchaban a sus hijos y a sus maridos decir que pasaban más miedo viajando en ese avión que desactivando minas?
Alberto Ríos Mosteiro/Madrid

Reinserción o venganza
Es peligroso hablar de cadenas perpetuas, y más cuando el debate se ha abierto tras unos luctuosos crímenes, explotados e inflados en una fuerte campaña de los medios de comunicación y apoyados por intereses de políticos que llaman a las vísceras y no a la racionalidad. Otros países, léase EEUU, han demostrado que las penas duras, incluida la muerte, no han logrado disminuir el número de delitos y la inseguridad extrema. Hay otra cuestión, si cabe, mucho más importante, y es elegir qué clase de sociedad queremos construir. Entiendo el dolor y la desesperación de las familias y que estas, como víctimas, pidan la cabeza del culpable y que, bajo el estado de shock traumático que viven, sientan la necesidad de expresar de la forma más dura su necesidad de tener unacompensación.
Ahora bien, lo que no puedo comprender es al resto de personas que, si bien pueden ponerse en su lugar, nunca han sufrido una agresión y, no obstante, tienen un comportamiento basado en el ojo por ojo. Reinserción o venganza. Esa es la cuestión. Viscerales somos todos y puedo comprender la desesperación, la rabia y el duelo de las familias de las víctimas, pero también debo decir que en estos temas el dolor no puede influir en la legislación que forma y conforma nuestra sociedad. Una sociedad debe hacer justicia, no venganza.
Nuria Fernández Nuñez/ Santurtzi (Bizkaia)

Salarios del Gobierno de Madrid
Se equivoca la presidenta de la Comunidad de Madrid al afirmar que los empleados públicos de su Administración han tenido una subida salarial del 5%. Ha debido de confundir la subida del algún departamento con la que han tenido el conjunto de los 160.000 trabajadores de su Administración.

Los empleados públicos de la Comunidad de Madrid tienen congelado el sueldo desde 1996. Desde entonces no han podido negociar ninguna subida salarial, sino que solamente han visto mejorados sus ingresos con el porcentaje que marca la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que viene a ser, como norma general, un 2%. Este año, sin embargo, la subida salarial de estos trabajadores ni siquiera ha llegado al 2%, lo que hacen más sorprendentes si cabe las palabras de la presidenta.
Esta ley ha congelado el complemento de destino y las ayudas sociales de los trabajadores de la Administración autonómica, por lo que la subida de la que han disfrutado ha sido del 1,5%, no del 5% como ella afirmaba, ni del 2% que es lo que indicaba la Ley.
Todo ello después de que el pasado otoño comunicara la decisión de congelarse el sueldo y el de todos los altos cargos seis meses después de que se haya efectuado una subida del 7%.
Manuela Díaz

La crisis de la leche
Un total de 13 países, entre ellos España, se van a movilizar en Bruselas el próximo día 29 para reivindicar una regulación de la producción lechera y unos precios dignos.
Tal vez sea conveniente recordar que la protesta, convocada por la asociación europea de empresas de productores de leche (EMB, en sus siglas en inglés), quiere llamar la atención de los gobiernos y reclamar que se regule la obtención de leche para que los precios sean justos.
Es una manifestación significativa, ya que entre los países que se manifestarán destacan Francia, Alemania, Italia, República Checa, España, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Reino Unido, Irlanda,
Croacia, Portugal y Dinamarca, 13 en total. Representan a la mayor parte de la UE.
Tras la gran manifestación del pasado día 16 en Madrid, podría parecer que el de la leche es un mal que afecta a España, pero no. Esta demuestra que es un mal de muchos y, como dice el refrán: "Mal de muchos, consuelo de tontos". "Epidemia", respondería el castizo. Sinceramente, creo que esta crisis es como una epidemia con la que poco a poco acabarán muriendo la mayoría de las reivindicaciones. Después, desgraciadamente, cuando falte la leche nos quejaremos por no haber sabido o querido evitarla.
Domingo Martínez/ Baños de Valdearados (Burgos)

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