Cartas de los lectores

21 de junio

¿Raza o estatus social?
Es incuestionable que existen individuos repartidos por todo el planeta con anacrónicos esquemas mentales que albergan la idea de la supremacía de una raza sobre otra e incluso que materializan su hostilidad hacia el extranjero.
Sin embargo, en mi opinión, los factores que estimulan la creciente e inquietante manifestación de repudio hacia el inmigrante que recorre Europa responde al deterioro o merma de las circunstancias económicas, sociales y laborales de los ciudadanos nativos; por supuesto, sin obviar las dosis de fricción generada por cuestiones de carácter político, religioso o cultural.
Si las muestras de antipatía hacia un humilde trabajador se tornan en manifestaciones de cordialidad y adulación en caso de ser un reconocido cantante, futbolista, empresario, príncipe indio o jeque árabe, ¿no denota que la valoración de la persona foránea está condicionada o vinculada a su estatus social y riqueza, y no a su naturaleza?
Para poner freno a este y otros alarmantes problemas, es imprescindible una apuesta real por la cooperación al desarrollo de los países cuna de la emigración y por una equilibrada distribución de la riqueza, y es evidente e indiscutible que la solución no pasa por continuar con los mismos patrones y sistemas sociales que los han generado.
Si se retira la patria potestad a los padres que no prestan las atenciones adecuadas a sus hijos, ¿por qué continuar bajo la tutela de un sistema indecente que desatiende y se despreocupa de sus ciudadanos, permitiendo incluso que sigan muriendo millones de niños al año por causas
evitables?
Alejandro A. Prieto Orviz/Gijón (Asturias)

Las cajas de ahorro
Se dice que la política hace extraños compañeros de cama, pero las cajas de ahorros la supera, porque se une la política a los intereses económicos. Con los pequeños ahorradores de las cajas se consiguen estas y otras maravillas. En las cajas, los que menos representan son los clientes. Políticos, sindicalistas y empresarios tienen su casino particular en esas cajas de los ahorros de los demás. Partido Popular, Izquierda Unida y CCOO se han unido para cambiar al presidente de Caja Madrid. Un tripartito más que curioso: CCOO pretende que el Partido Socialista y el sindicato UGT, además del Ayuntamiento de Madrid, se sumen a ese pacto. Así, cama redonda.
La nueva Ley de Cajas de Ahorros no cambiará mucho esta situación. A los políticos, que ocupan buena parte de los Consejos de Administración, no se les privará de su trozo de tarta en las cajas de ahorros. Sin embargo, a partir de ahora tendrán que dar buenos resultados o el Banco de España podrá destituir a los administradores.
El Estado comprará acciones de las cajas que precisen ayuda, pero a cambio de un control que hasta ahora no se ejerce porque tampoco era necesario. Las cajas de ahorros empezarán pronto a tener problemas financieros y antes hay que atar cabos, pero sospecho que no demasiado fuertes. Mientras los aires eran favorables, todo eran alegrías; ahora ha llegado la época de las vacas flacas.

Antonio Nadal /Zaragoza

Nombres de las calles
Hemos solicitado al Ayuntamiento de Ripollet el cambio de nombres de las calles Isabel la Católica y Fernando el Católico, impuestos el 26 de enero de 1939 con la entrada de las tropas fascistas en Ripollet, que han permanecido durante la larga dictadura de Franco y con los 30 años de régimen constitucional democrático. Esta propuesta llevaba implícita la sustitución de los nombres citados por los de Magí Girbau i Baqués y Josep Ros i Prats, los dos primeros alcaldes democráticos en toda la historia local que formaron parte de los ayuntamientos de la república.
Queremos denunciar la campaña de manipulación, desprestigio y difamación que están llevando a cabo elementos relacionados con el Partido Popular y sectores de Convergencia Democrática de Ripollet, ligados a sectores ultraortodoxos de la Iglesia católica local, los cuales, bajo la aparente motivación de falsos gastos que ocasionaría a los vecinos el cambio de nombre de las citadas calles, ocultan una batalla ideológica que quiere apuntalar una visión conservadora y militante ultracatólica sobre la mayoría de nuestra población.
Estos sectores excluyentes apuestan por marginar de la vida local a todos los que no pensamos como ellos, ya sean los no católicos, miembros de otras culturas y religiones o la gente que apuesta por una cultura laica y diversa.
Por ello, reafirmamos nuestra propuesta de sustitución de los nombres de unas calles sinónimos de la imposición de la fuerza bruta por la de nombres más acordes con los valores democráticos y laicos que han de ser la base para el desarrollo de la tolerancia y diversidad que la sociedad actual reclama.
Jordi Font Bayó/Presidente de la Comissió en Memòria de les Víctimes
del Feixisme de Ripollet

Vivienda propia y pública
Se ha producido un aumento de este tipo de viviendas de forma generalizada en todos los países europeos. Esto se ha intensificado y acentuado a partir de la reconstrucción que siguió a la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzó un vasto movimiento social en el que la gran mayoría de los ciudadanos ha pasado a esas formas de tenencia de las viviendas, es decir, en propiedad o como servicio público.
Prueba de ello son los datos de los organismos estadísticos de los distintos países en los que ha tenido lugar este fenómeno, que disponen de información contrastada acerca de este hecho.
Tomás Rivero y María García/ Madrid

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