Cartas de los lectores

7 de julio

Por la paz social
La patronal debe de estar aterrada ante los últimos movimientos de los sindicatos mayoritarios (mayoritariamente pactistas, habría que llamarlos). ¿Que cuáles han sido? Pues que se han levantado de la mesa de negociación.
Meses atrás también arrodillaron a la patronal con su amenaza de huelga general. Por supuesto no hizo falta la huelga porque, como todos sabemos, en España todo va bien. Y ahora, ante la osadía de la patronal de pedir, nada, una tontería, minucias, han optado por levantarse de las negociaciones del pacto social. Jo, qué fuerte.
Tal y como está la situación de paro, precariedad e, incluso, absoluta miseria de tantos millones de personas, es increíble que vivamos como en un bálsamo. Sería ilógico echarles a estos sindicatos pactistas toda la culpa de la vergonzante desmovilización que padecemos. Pero lo que es seguro es que tienen gran parte de responsabilidad.
Mientras ellos disfrutan per secula seculorum de sus liberaciones, no les tiembla el pulso a la hora de firmar un ERE tras otro, incluso para sus propios compañeros de empresa. Así es que, visto lo visto les diría a los amigos de la CEOE que no se preocupen, que al final firmaran el despido libre o lo que les pongan por delante. Vaya que si que lo harán, sus sillones les va en ello.
Y mientras, los damnificados, despedidos, precarizados, etcétera, hala, a seguir votándoles y callando.
Ana María Rueda Alegre / Córdoba

¿Que no regrese Zelaya?
Tras escuchar el mensaje del cardenal hondureño Óscar Rodríguez, en el que recomienda a Manuel Zelaya que no regrese a su país con el fin de evitar un derramamiento de sangre, las dudas que pudieran existir respecto al escenario y al ambiente político en el que se desenvuelve y se encuentra más cómodo, así como su posición respecto al secuestro y expulsión del presidente de Honduras han quedado disipadas (de hecho, en ningún momento ha hecho un llamamiento a las autoridades actuales para que restituyan al mismo).
Pero ¿a qué parte de la población de Honduras representa su iglesia? ¿Apoyaría un referéndum limpio, transparente y vinculante para conocer si el pueblo desea el regreso de Manuel Zelaya a la presidencia del Gobierno? De esta forma podría conocer el nivel de conexión que hay entre su fe y la de la mayor parte de los hondureños, porque parece ser que hay miles de personas en las calles manifestando su desacuerdo con el golpe de Estado llevado a cabo por el Ejército.
Alejandro A. Prieto Orviz / Gijón (asturias)

Educación segregada
De forma periódica e insistente se nos quiere convencer de las ventajas de la educación segregada, es decir, aquella que se basa en que mejor "los chicos con los chicos y las chicas con las chicas".

La propia palabra segregación debería ponernos en guardia: ¿segregación en una sociedad que se llena la boca hablando de integración?
Se habla de la conveniencia de esos centros valorando que se mejora el aprendizaje si los alumnos están separados por sexos. Sin embargo, en el proceso educativo y de formación de la personalidad debe haber mucho más que el mero aprendizaje de conocimientos. Hablamos de socialización, de valores democráticos para los que es fundamental el conocimiento de los otros y de las otras.
No tiene sentido que se invierta tanto esfuerzo y dinero en campañas de integración, en la lucha contra la discriminación de la mujer, en promocionar el reparto de las cargas familiares, etcétera, y que al mismo tiempo se separe a los niños y jóvenes justo en la etapa de su vida en la que deben incorporar esos valores a su personalidad.
Por otra parte, ¿cumplen los idearios de esos centros con los principios recogidos en la Ley de Educación? Porque en la LOE se dice expresamente que el sistema educativo debe garantizar "la transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación". Si no es así, estos centros no deberían recibir subvenciones de los poderes públicos.
Que no nos engañen: esa segregación "educativa" no sólo es sexual, sino también social y económica. Los que recibimos una educación segregada no podemos consentir que se dé un paso atrás.
Manuel Llera Poveda

Orgullo de familia
En la pasada manifestación del orgullo gay, Jorge, un niño discapacitado físicamente, participó acompañado por sus madres, dos lesbianas que hace ocho semanas lo adoptaron.
Con respeto a la necesaria diversidad y pluralidad que se hace visible en la manifestación, estimo, no obstante, que la presencia de estas madres y su hijo dan valor, por este solo hecho, a toda una manifestación y constituye, en mi opinión, un acto de coraje y de radicalidad constitucional, por la que tanto luchamos.
Algunos sectores sociales ven habitualmente sólo el aspecto colorista de la manifestación y hechos como este pasan más desapercibidos. Escribo estas líneas, por tanto, no sólo bajo el efecto de una emoción intensa que, desde luego, confieso, sino también porque considero que es un deber ético, como lesbiana, hacerlo, y acto de cobardía
silenciarlo.
Hemos pasado, gracias a las leyes vigentes, de la familia modelo a los modelos de familia, y este cambio legislativo, en una sociedad transformada, ha permitido que Jorge tenga presente y futuro con sus dos madres. Sí al
orgullo gay.
Mili Hernández García / Librería Berkana, Madrid

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