Cartas de los lectores

14 de julio

Aclaración
Como soy lector habitual de su periódico, he visto en la página 6 del ejemplar del sábado 11 de julio la sección La lupa de su colaborador o colaboradora que firma como Casandra y que titula "Peces-Barba, el derecho a objetar". Como me presenta como simplificador y recortador en relación con Cataluña, me parece necesario precisar mi pensamiento para evitar la apariencia que Casandra fomenta de torpeza y confusión en mi reflexión. La expresión "cargar contra el Estatuto" es errónea y poco identificativa de mi posición. Sólo quiero que el Estatuto respete la superioridad normativa de la Constitución.
Defiendo que el catalán –como una de las dos lenguas igualmente cooficiales en esa comunidad– pueda ser la lengua vehicular de la enseñanza con carácter general para los residentes y sólo señalo dos excepciones para una escolarización en castellano: la situación de quienes vienen coyunturalmente a vivir a Cataluña por un espacio limitado de tiempo con hijos escolarizados hasta entonces en castellano, y la de aquellos que no se resignan ni aceptan el sistema oficial, apoyados en el hecho indubitado de que el castellano es igualmente oficial allí. Utilicé en sentido figurado e impropio para esta circunstancia el término objeción, ya que no lo es en sentido propio, para señalar precisamente lo excepcional de la situación. De todas formas la excepcionalidad se apoya en que el derecho a la lengua es un derecho individual de las personas y, en ningún caso, un derecho colectivo.
Finalmente, por precisar alguna afirmación del articulista, cabe indicar que señalar al castellano como lengua posible para la educación no es una ocurrencia mía sino una posibilidad apoyada en la norma máxima que es la Constitución. Por otra parte, la observación sobre los europeos y las colonias africanas, por lo que a mí respecta, está fuera de lugar. He pasado mi vida luchando por la democracia y combatiendo la dictadura y también organizando un sistema de convivencia que favorezca la autonomía política de Cataluña y la importancia de su lengua. Las ironías y las ligerezas están fuera de lugar.
Atentamente,
Gregorio Peces-Barba Martínez

¿Deuda guineana?
Por si fuera poco el triste espectáculo que tuvimos que presenciar la semana pasada –en el que una delegación española, encabezada por el ministro Moratinos y el ex ministro franquista Fraga cortejaba a la dictadura de Obiang y no denunciaba sus atropellos en derechos humanos–, hoy sabemos que España mantiene abierto un programa de canje de deuda con Guinea Ecuatorial mediante el cual empresas españolas (como las petroleras) pueden comprar la deuda que la
Administración española reclama a la guineana al 50% de su valor nominal.
Las inversiones elegibles son inversiones en capital que benefician a todos los sectores de actividad económica para financiar un proyecto nuevo (¿nuevas exploraciones de petróleo?), la ampliación de un proyecto ya existente (¿reapertura de exploraciones fracasadas del pasado?), así como la toma de participaciones en empresas ecuatoguineanas (¿las energéticas?). Es decir, mediante este mecanismo, el Gobierno guineano se ahorra el pago del 44% de la deuda reclamada por España. Las empresas españolas (como las petroleras), pueden invertir en un país en el que, de todos modos, ya pensaban invertir, eso sí, con el dinero de los guineanos. La cuadratura del círculo, ya que el importe cancelado se contabiliza como Ayuda española Oficial al Desarrollo. Toda una lección de solidaridad internacional.
Daniel Gómez-Olivé / Barcelona

Financiación autonómica

He oído y leído que, con el nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas, según el teorema de Zapatero, todos saldremos ganando. ¿Todos? Me parece que no. Los ciudadanos de a pie saldremos perdiendo, pues de alguna parte han de salir los dineros y mucho me temo que sea de nuestros impuestos, que los tendrán que subir.
Dado que todos los gobiernos autonómicos recibirán más dinero, poca preocupación tendrán ahora por recortar gastos suntuarios e innecesarios –cuando ese hubiera sido el mejor sistema para enjuagar el déficit que todas ellas arrastran, y más, en época de crisis–. Si al menos lo utilizaran para crear empleo...
Freddy G. Bru / Gerona

Patrona de la corrupción
España es el país de los descubridores. Se merece una medalla la alcaldesa de Valencia, que, apoyada por otros miembros del Partido Popular, ha indicado la solución "de sentido común", el huevo de Colón para el problema de Camps y de la corrupción política en general.
Ya que todos los políticos reciben regalos y no se puede juzgar a todos –empezando por el rey, blindado por la misma Constitución–, la solución es despenalizar recibir cualquier obsequio.
Como Mercurio era el patrono de los comerciantes y los ladrones, no me extrañaría que un día, reconociendo sus méritos, Rita Barberá sea nombrada patrona de los políticos corruptos.
Alberto Becerra / Madrid

¿Hasta dónde?
Vaya por delante mi respeto a la familia del joven fallecido durante los San Fermines. Por eso, considero inaceptable la cobertura mediática que de esta desgracia se está haciendo.
Los últimos instantes de este chico aparecen en la primera página de los periódicos, muerte en directo, morbo garantizado y triste fama para quien hoy podría estar vivo. ¿Hasta dónde va a llegar la búsqueda de audiencia?
Nela Matas LLorente / Sevilla

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