"Un pequeño esfuerzo"
La frase del presidente del Gobierno refleja la relatividad de la misma. Lo que para unos es "un pequeño esfuerzo" para otros constituye una carga insoportable. No estaría de más que, de vez en cuando, los gobernantes descendieran del Olimpo político y comprobasen de primera mano la situación de incertidumbre en la que vive la ciudadanía, porque, por mucho que diga Zapatero, no es aconsejable apretar más. Luego no se aventuren por parajes que desconocen, ya que estar por encima les impide ver la realidad.
Isabel Esteban / Barcelona

Autoritarismo creciente
Soy uno de los millones de españoles que tuvimos que emigrar durante el franquismo por razones económicas y políticas y vivimos en las democracias más consolidadas de Europa. Tras la muerte de Franco regresamos con la esperanza de alcanzar la democracia, pero hoy constatamos que no sólo quedan grandes bloques de la dictadura en algunas de las principales instituciones del Estado, sino que, desde tiempos del ex presidente José María Aznar, hay una neta involución hacia el autoritarismo, es decir, el ciudadano cada vez tiene menos voz y sus manifestaciones son coartadas en nombre del orden público y otras mil excusas más para silenciarnos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quiere convertir en "autoridades públicas" a los profesores para hacer de ellos "la mejor prevención de la violencia". Quizá lo que debería fomentar es una adecuada educación pública.
Javier Cobo Antón / Madrid

España es diferente
Hay pocas personas en este país que hayan demostrado su valentía como lo ha hecho el juez Baltasar Garzón al enfrentarse de forma comprometida en sus actuaciones, desde la lucha contra el narcotráfico hasta juzgar crímenes de dictadores, pasando por enjuiciar a corruptos de todo tipo. Pero mientras, por ejemplo, en Alemania se acaban de reconocer los derechos de los que se enfrentaron a Hitler, aquí este juez ha osado intentar hacer lo propio con los represaliados del régimen franquista y, al final, ha terminado en el banquillo. Resulta que España, en el peor de los sentidos, siempre será diferente.

Sobre los toros
La salvajada que se lleva a cabo todos los años en Tordesillas ha puesto en evidencia algunas de las contradicciones en las que caen los defensores de la tortura de animales disfrazada de tradición. Algunos dicen que el toro no siente tanto dolor como creemos y que, por instinto, siempre tiende a enfrentarse al hombre. Así pretenden hacernos creer que estos animales prácticamente llegan a disfrutar durante las corridas y otros eventos, pero este año el toro de Tordesillas ha intentado huir de sus torturadores y, finalmente, lo han tenido que matar en un lugar distinto al del recorrido habitual.
Por otro lado, la violencia de los aficionados a esta tradición ha quedado patente; las imágenes muestran a varios vecinos de Tordesillas insultando y amenazando a una periodista y a su acompañante, a los que intentan tapar la cámara para ocultar algo que ellos ven como un acto en el que no hay dolor. Desde luego que para estos torturadores no hay sufrimiento, tan sólo se reserva para el pobre animal.
Manuel Peris Vidal / Valencia

Falsas campañas
El Gobierno de Esperanza Aguirre ha lanzado una campaña para promover la conciliación de la vida laboral y familiar de las madres. Esta iniciativa merecería ser aplaudida si predicaran con el ejemplo, pero sus trabajadoras –concretamente las de la Comunidad de Madrid– tenemos negados esos derechos. En Madrid 112 llevamos más de un año luchando por conseguir adecuar nuestro horario de trabajo para cuidar de nuestros hijos, al amparo de la Ley de Conciliación de la Vida Laboral y Familiar. ¿Hipocresía o falta de moral?
Noemí García / Madrid