20/11/200919/11/2009

Los Derechos del Niño
El 50 aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño son unas bodas de oro tristes en las que millones de niños son víctimas de la prostitución, de la guerra o del trabajo infantil. Aún es más lamentable ser víctima del hambre; por eso, surge un poema roto, triste, aterido de frío en la dejadez del mundo...
Un poema a la vida quisiera hacerle, / un verso a los versos, rima a la rima, / pero cuando la vida desentona, no hay poesía. / Desentona la vida cuando un niño muere de hambre / y sus ojos nos miran sin ver a nadie; / no hay, ni siquiera, pan y cebolla/ como en su nana diría Miguel Hernández. / Llora la poesía, de inanición se muere, / no tiene palabras que llevarse a la boca.
Isidoro Ballesteros Ruiz

¿Por qué sí puede haber una China verde y no un Estados Unidos verde?
Es objetivo del Partido Comunista de China, según dice su presidente, Hu Jintao, construir una China verde. Pero aún nadie se atreve ni a hablar de un EEUU verde. Y bien que lo siento.
Parece que el Gobierno chino podría ir tomando las decisiones climáticas necesarias. Pero a Obama le abrasan con los frenos.
¿Evidencias de que sólo un poderoso gobierno mundial puede frenar el calentamiento? Podría obligar a los gobiernos locales y a los grupos de interés opositores a asumir a tiempo las gigantescas tareas generales contra el CO².
Van aumentando la ansiedad y la presión de la sociedad civil ante Copenhague. Nos tortura la espera.
Pablo Osés Azcona / Fuengirola (Málaga)

La libertad de los obispos a hablar y la de los ciudadanos
Claro que los obispos tienen derecho a opinar, pero también los demás ciudadanos a criticar que excomulguen a quienes abortan, y no a los que promueven guerras injustas que matan a personas hechas y derechas. Y que se metan en política alzando la voz ahora y no cuando los parlamentarios aprobaron la ley vigente, o cuando gobernaba Aznar.
Lo que no tienen derecho los obispos es a insultar tan fuertemente a su prójimo. Y entra ya en lo punible que intenten imponer a todos, no sólo a sus fieles, leyes que todos los países de nuestro entorno también tienen, sin que allí los obispos, no menos católicos, empleen esos métodos propios de los oscuros años de la dictadura, por cuya complicidad cada vez comprendemos mejor por qué se han negado tres veces, como Pedro, a pedir perdón.
Diego Mas Mas / Madrid

El representante del hijo del carpintero viene a vernos
Sería saludable desenmascarar ahora a la Iglesia y a Benedicto XVI por sus pretensiones de visitar España en 2011. ¿Quiénes van a traer al Papa a Madrid? La respuesta la tienen las empresas del Ibex 35. Es decir, el capital. Este viaje es la puesta en escena sin reparos ni tapujos del maridaje entre los poderes de la Iglesia y el capital. La Iglesia sigue desafiando al Estado. Y el Papa, este viajero del pasado más negro, viene a traer más apoyo al poder económico, más refuerzo a la derecha de sacristía y a cuestionar y deslegitimar el Estado laico.

El Gobierno, lejos de poner un euro en este indeseado viaje, debiera denunciar los acuerdos existentes entre la Santa Sede y el Reino de España. El esperpento está servido cuando el protagonista del viaje es el representante de un tal Jesús de Nazaret, hijo de un carpintero que, látigo en mano, echó a los mercaderes del templo de Jerusalén... Aunque de ese evento hace ya más de dos mil años.
Pedro Taracena Gil / Madrid

A vueltas con el taller que enseña a los jóvenes a masturbarse
El eslogan "El placer está en tus manos" me parece muy acertado para encabezar una campaña de educación sexual, entre otras cosas por su veracidad. Durante demasiados años vivimos alejados de nuestra entrepierna por miedos inducidos y, cuando nos atrevíamos a ensayar un tímido acercamiento, nos devoraba la culpa. Pues se acabó. Afortunadamente existen gobiernos regionales dispuestos a devolver a los ciudadanos la soberanía de sus órganos genitales.
Hay quienes argumentan que Extremadura es la comunidad con más desempleo y que resulta indecoroso invertir dinero público en enseñar a la juventud a masturbarse. No creo que el dinero que se invierta en sufragar esta campaña pudiera servir para mejorar la situación laboral de los extremeños (de hecho, da empleo a los educadores). Y, por otra parte, ¿qué hay de malo en masturbarse?
Mario López Sellés / Madrid

La ‘clá’ parlamentaria que vitorea al presidente Francisco Camps
A los que éramos jóvenes en los cincuenta no nos es difícil recordar lo que se llamaba cla teatral, que consistía en conseguir una localidad gratis y aplaudir en una obra de teatro o en una revista musical.
La cla teatral ya no existe. Ahora existe la parlamentaria, los que aplauden sin rubor las más esperpénticas ocurrencias y chascarrillos de, sobre todo, Zapatero y Rajoy.
El presidente valenciano, Francisco Camps, elegantemente trajeado, se defendió en el Parlamento valenciano de unas críticas del portavoz de la oposición con unas palabras excesivamente duras, trasnochadas y absolutamente fuera de toda lógica: camioneta, madrugada, muerte, cuneta... Y la ovación fue monumental.
Por la tarde, el señor Camps, elegantemente trajeado, convocó una rueda de prensa para pedir disculpas, pero.. ¿y los aplaudidores?
José Enrique Muñoz Blanco / Madrid

El ERE de la empresa Lee y su deslocalización pactada
En los primeros cuatro meses de este año, la empresa HD LEE SPAIN SL preparó junto a los sindicatos un ERE que no cumplía con la ley. Lo único que querían era llevarse los almacenes a Chequia (20 años de exención de impuestos). A la vez, crearon otra compañía con los 14 empleados que quedan y al resto los indemnizaron o prejubilaron. Esto se llama deslocalización, no ERE.
Me parece bien que la Comunidad de Madrid, los jueces o quien sea autoricen estos ERE a las empresas en quiebra, pero a esta, que ha repartido más de 42 millones de euros en dividendos y que va a seguir con la actividad con otro nombre para introducir otra marca de vaqueros, deberían obligarle a pagar de indemnización lo establecido en la ley: 45 días por año con un tope de 42 mensualidades. ¿Cómo se pueden aprobar estos ERE?
Francisco de la Paz Ribagorda / Madrid