Si yo fuera creyente
Si yo fuera creyente, si yo, como ese creyente que me supongo, supiera de las palabras de Benedicto XVI en el Ángelus dominical del día 21 en las que solicitaba el perdón y la indulgencia con respecto al atroz escándalo de curas pedófilos que inunda a la Iglesia católica; si yo fuera creyente en la misma forma honesta y leal en la que no lo soy, no tardaría mucho en creer qué razón tenía Bernardino Orchino allá por el siglo XVI, cuando escribió el Diálogo sobre la primacía injusta y usurpada del Obispo de Roma.
En esta obra, el autor cree que Lucifer y Belcebú, discutiendo la forma de cómo destruir el reino de Cristo, decidieron elevar al obispo de Roma a la dignidad de Papa para que Cristo pudiera ser arruinado por su propio vicario.
O eso, o que el Papa es un bribón que, bajo manto blanco, guarda un supremo y cruel corporativismo.
Francisco García Castro / Estepona (Málaga)

El que hace diez años estaba dispuesto a sentarse con ETA
Dice Mayor Oreja que Zapatero y ETA son aliados potenciales. Mientras el primero permitiría al "brazo político" de los terroristas presentarse a las elecciones municipales, la segunda devolvería el favor en los comicios generales. ¿Cómo? Mayor Oreja no lo aclara. No es la primera vez que afirma, sin una sola prueba, una negociación entre el Gobierno y unos terroristas que ya empiezan a acostumbrarse a que su número uno de turno no llegue a ocupar el cargo el tiempo suficiente como para reorganizar a una banda maltrecha, acorralada y más débil que nunca.
Quizás estemos ante una nueva deslealtad de quien tuvo que gestionar dos treguas decretadas por los etarras en una misma legislatura o, simplemente, ante un nuevo brote amnésico de quien, hace diez años, afirmaba: "Estaría dispuesto a sentarme con ETA". ¿Para qué? Que nos lo cuente: somos todo oídos.
Alberto Ríos Mosteiro / Madrid

El Papa pide perdón, pero debería reflexionar sobre su Iglesia
El Papa pide "perdón para el pecador e intransigencia con el pecado", tras disculparse por los abusos sexuales en Irlanda. "El cristianismo ha hecho mucho por el amor convirtiéndolo en pecado", decía Anatole France.
Si esta Iglesia no hubiera reprimido el sexo entre sus miembros, no tendría que pedir ahora tantas excusas por sus abusos sexuales. No se puede ir en contra de la naturaleza.
Josep Robert Reig Miró / Barcelona

Hay que luchar por una España laica y tolerante
Observo que vuelve un catolicismo rancio y trasnochado, cuyas recientes manifestaciones (y las anunciadas) contra la Ley del Aborto, las campañas demagógicas y los apoyos que reciben me tienen preocupado.
Es increíble que, a estas alturas del siglo XXI, haya en España una institución religiosa y, lo que es más grave, un partido con aspiraciones a gobernar, que confundan vida biológica con vida humana; que nieguen a la mujer un derecho tan elemental como el de disponer de su cuerpo; que no parezcan preocupados por el elevado número de abortos de adolescentes; y que no admitan que algo hay que hacer para reducirlo (en particular, una educación sexual sin dogmas ni moralismos). Todo esto tiene que convencernos aún más de que sólo un Estado laico puede garantizar una convivencia basada en la libertad, el respeto y la tolerancia.
Llevo 24 años viviendo en España y he asistido al salto hacia el progreso que ha dado este país gracias a las políticas de los gobiernos socialistas, pero también y, sobre todo, gracias a las ganas que tenía este pueblo de romper con un pasado de represiones y tiranías y de fundirse en la Europa de sus vecinos y semejantes.
Pero también asisto a la permanencia de un franquismo que algunos intentan aún justificar falseando la historia y la biografía de sus protagonistas; persiguiendo al juez que intenta hacer justicia; con un partido de derechas agresivo, en el seno del cual conviven por lo menos tres tendencias sometidas a la presión de la más extrema y radical de entre ellas, apoyada por unos medios de comunicación mentirosos y manipuladores y, también, por una Iglesia católica cuyos líderes se niegan a reconocer la evolución de una sociedad plural que aspira a vivir en paz y libertad.
Salud y... ¿por qué no? República.
Antoine Candelas / Madrid

Sobre el ‘caso Kárate’ y la protección de los menores
Lo más inquietante del caso Kárate es que hayan tenido que pasar 20 años para que, entre todos los niños presuntamente abusados, surgiera una sola voz acusadora; la voz de una chica dispuesta a romper la ley de silencio. Veinte años de infamia en un centro abierto al público dan terror. ¿No existe ninguna manera de proteger a los niños, controlando que no se cometan crímenes tan sumamente execrables en los gimnasios?
Mario López / Madrid

Sueño olímpico sin el deporte base
A las pocas semanas de afirmar Gallardón que aún no tiene claro en qué año volver a presentar la candidatura de Madrid a los Juegos, el Ayuntamiento ha informado a cinco asociaciones vecinales de Usera de que tendrán que correr con los gastos de gas, agua y luz de los campos de fútbol que gestionan. Es decir, unos 2.000 euros mensuales por asociación; y todo ello a cambio de cuadros de luces que no funcionan, vestuarios sin agua caliente y terrenos de juego en pésimo estado de conservación. Con el gasto que va a suponer la próxima candidatura y el dinero público que derrochó la delegación de Madrid 2016 en el hotel más lujoso y exclusivo de Copenhague, se podrían cubrir con holgura los costes de mantenimiento de los campos municipales de fútbol. Mientras el sueño olímpico se vislumbra en el horizonte, y especuladores y tiburones financieros vuelven a frotarse las manos, a las familias de los chavales futbolistas no les queda otra que rascarse los bolsillos. ¡Viva Madrid 2020... o 2024!
Manuel Cañedo Gago / Madrid