Cartas de los lectores

13 de mayo

Hacia la muerte de la socialdemocracia
Zapatero no ha tenido arrojos para soportar la presión de los lobbies. Los recortes anunciados ayer son sólo un ejemplo más del deterioro de la socialdemocracia. Este tipo de pensamiento se ha quedado para cuestiones como la ampliación de derechos civiles, memoria histórica, matrimonio gay, etcétera. Pero nuestro Gobierno no se ha atrevido a crear una banca pública, subir impuestos a las grandes fortunas, luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida, regular los mercados, suprimir esos casinos especulativos llamados "bolsas", limitar los sueldos de los ejecutivos del sector privado, obligar a reinvertir beneficios en la propia empresa, etc.
No pudo ser: volvemos a ser víctimas del eterno retorno del que habló Nietzsche. Crisis, pánico, medidas de choque, se va pasando el susto, vuelven las medidas de siempre, los recortes a los parias, y las élites a disfrutar de lo suyo. Es como la banca, que nunca pierde.
Marcos Ruiz /Madrid

Luchar contra la crisis erradicando la corrupción
Menos corrupción significa más eficiencia en la economía. El problema es que la corrupción no pasa factura electoral.
Tanto es así que, por ejemplo, comprobada la mala conducta de algunos miembros del Partido Popular, en vez de las responsabilidades, el partido optó por condicionar a los tribunales mediante martingalas que, al final, desprestigian el sistema judicial.
La derecha española proclama la libre competencia de los mercados y al, mismo tiempo, ampara la arbitrariedad y el favor público.
En este sentido, ni el Partido Popular ni, en general, cualquier partido político, debería decir que tiene ideas para arreglar la economía mientras no se proponga erradicar la lacra de la corrupción.
Stella Aguiar

La ley electoral: ¿dónde está la pluralidad?
¿Por qué dos partidos son los únicos que concentran el poder, relegando al resto a una presencia insignificante?
¿Por qué radicalizar aún más los extremos, convirtiendo la situación política en dos bebés que riñen, lloran y patalean por el mismo juguete?

¿Por qué la ley electoral permite abrir aún más la brecha entre los dos partidos "de masas" y los minoritarios? ¿Dónde está la pluralidad?
Voy a cumplir 18 años y todavía no me explico por qué siento que, vote lo que vote, o bien favorezco una lucha hostil de golpes y reveses que impiden un gobierno eficaz, o bien hago que el valor de mi papeleta termine como ella: en la basura.
Gonzalo Lozano Rosch

Sobre la supresión de la dirección general de la Biblioteca Nacional
El Colectivo de Docentes de Información y Documentación por el Compromiso Social se suma a las reacciones de rechazo en relación con la medida tomada por el Gobierno español consistente en la rebaja de estatus de la Biblioteca Nacional de España, reflejada en la supresión de la Dirección General de este organismo. Independientemente de cuestiones presupuestarias, tal medida denota una visión miope respecto a la cultura en tanto supone una vez más la primacía de lo urgente a costa de la relegación de lo verdaderamente importante.
Por otro lado, no puede ignorarse el impacto negativo de esta medida en un organismo de servicio público que constituye un referente para la proyección cultural de nuestro país. Igualmente, esta degradación del máximo organismo bibliotecario español puede servir como "ejemplo" para administraciones locales y autonómicas con escasa sensibilidad cultural.
Todo ello se inscribe en un contexto de degradación cultural favorecido por diversos factores entre los cuales se va abriendo paso un enfoque educativo y cultural orientado a habilidades, competencias y actividades valoradas en el mercado y no orientadas hacia una formación integral y emancipadora de los ciudadanos, sentido último de la educación y la cultura.
En definitiva, se trata de la visión mercantilista reacia a valorar otros frutos que los meramente económicos. La consideración de la Biblioteca Nacional y el sistema bibliotecario en general como elementos fundamentales de la cultura española deben estar por encima de coyunturas y cálculos económicos sin visión de futuro, y más aún en uno de los países que no destaca precisamente por su gasto social en la Unión Europea.
Colectivo de Docentes de Información y Documentación por el Compromiso Social (83 docentes de España y Latinoamérica)

La quimera de un referéndum en Valencia
El Ayuntamiento de Barcelona, con un talante democrático que viviendo en Valencia nos parece de otro país, ha decidido llevar a cabo un referéndum para comprobar las preferencias de la ciudadanía sobre la reforma de la Diagonal. El resultado no será preceptivo, pero sí vinculante.
Esto, visto desde Valencia, es algo casi increíble. Cuántos problemas se hubiesen evitado si Barberá hubiese hecho un referéndum sobre el derribo del Cabanyal, la subestación eléctrica en el corazón de Patraix o la construcción del campo de Mestalla en suelo destinado a dotaciones de los barrios Campanar y Benicalap.
De todos es sabido el talante de Barberá, cada vez más extremo, excluyente y alejado del diálogo y el consenso. Animo a los barceloneses a que se informen y voten en conciencia siendo conocedores de que esa posibilidad, en una ciudad que apenas dista 350 kilómetros de la suya, es toda una quimera.
Óscar Pardo de la Salud / Valencia

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