Cartas de los lectores

24 de mayo

Débil con los fuertes
Siento indignación ante las medidas neoliberales aprobadas por el Gobierno para contentar a los mercados financieros y al FMI. Sobre todo, si las comparamos con la permisibilidad que ha demostrado ante el estrangulamiento que somete la banca a empresas y familias.
Prioriza la disminución del déficit público frente al desempleo. La merma de la inversión pública y de los salarios afectarán negativamente al consumo y, como consecuencia, al empleo. Sin embargo, de momento no toca los tramos altos del IRPF, el fraude fiscal, las SICAV o los movimientos especulativos del capital.
¿Cuántos años tendrán que esperar los parados para que se adopten medidas generadoras de empleo? Lo peor es que Zapatero tampoco quiere recordar que la política keynesiana, mediante gasto e inversión públicos, contribuyó a la salida de la Gran Depresión de 1929.
El gran capital le aplaudirá, pero no le votará.
Luis Goñi Málaga

Nos están timando a todos con la recesión
Al principio la llamaban crisis y ahora es la gran recesión. En realidad se trata de un timo global.
En el primer acto vaciaron la caja de los bancos hasta impedir la circulación de dinero. Entonces nos asustaron, y temblando asistimos al segundo acto: el trasvase de billones y billones de las arcas de los estados, o sea, nuestro dinero, a los bancos. Ningún economista discrepó.
Con las arcas de los estados vacías y las de los especuladores llenas, faltaba el tercer acto. Hay que rellenar las arcas del Estado de nuevo, la deuda es insostenible. Y lo tenemos que hacer nosotros, los desplumados, porque, ahora nos los recuerdan, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades.
En realidad quieren asustarnos de nuevo para que nos apretemos el cinturón, reduciendo el gasto sanitario, por ejemplo, y así, llenar de nuevo las arcas de los estados, rápido, sin molestar, en silencio. La coda final para que pronto puedan empezar de nuevo con otro timo. Lo peor es que seguro que los dejamos.
José Bembibre Regueiro / Sada (A Coruña)

Los impopulares y denostados funcionarios
Está claro que los funcionarios somos un gremio, además de variopinto, denostado, envidiado y criticado. No solemos caer bien, es un hecho. Lo que quizás no sabe tanta gente es que muchos de nosotros hemos estudiado lustros, incluso décadas, para conseguir un puesto de trabajo que nadie nos ha regalado, para tener que aguantar el sambenito de tener muchas vacaciones y muy poco afán de superación, para que mucha gente no sienta ninguna empatía hacia el esfuerzo diario que realizamos.
Soy profesora de Secundaria, un trabajo precioso, muy agradecido y que (por ahora) me encanta.
Me ha costado unos cuantos años de estudio tenerlo, pero el mismo esfuerzo que yo he realizado está al alcance de todos, sin amiguismos ni enchufes.
Entiendo que en tiempos como este hay medidas inevitables, pero ¿por qué tienen que tener como objetivo a los trabajadores? ¿De verdad piensan salir de la crisis así? ¿Cuánto cobrará un ex diputado de pensión? ¿Qué porcentaje de impuestos debe pagar un millonario deportista? ¿Cuánto de mi bajada salarial va a ayudar a banqueros en apuros?

Medidas como esta sólo fomentan el populismo de la derecha en este país. Vean cómo estamos en Madrid...
Marta Martín Robles / Madrid

Contra la crisis: conciencia de clase
¿Hasta cuándo vamos a seguir siendo la carne de la que se alimenta el sistema más injusto? Reflexionemos y armemos nuestras conciencias con las herramientas que nos fueron dadas por quienes pensaron otro modelo social donde nadie tendría más derechos ni privilegios, ni podría apropiarse del esfuerzo de nadie. En definitiva, un modelo social donde la igualdad predominaría.
Alguien dijo que en esta lucha los obreros sólo tenían una cosa que perder: sus cadenas.
Comencemos por aflojarlas para desterrarlas de nuestras vidas.
Juan Luis Bayon Suárez / Las Regueras (Asturias)

Un examen injusto en la Comunidad de Madrid
El pasado 14 de abril se realizaron las pruebas de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) de la Comunidad de Madrid, y un grupo de alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Juan de Herrera que nos negamos a hacerla queremos explicar cuáles fueron nuestros motivos.
No nos fue fácil decidirnos, puesto que no realizar esta prueba nos perjudica tanto a nosotros –al no poder acceder a las menciones honoríficas de 4º de la ESO– como a nuestro instituto, puesto que el grupo de alumnos que nos negamos solemos obtener buenos resultados académicos.
En primer lugar, no hay igualdad de condiciones para comparar resultados de distintos centros y esta prueba se utiliza para despreciar a la enseñanza pública justificando la falta de consideración a la que es sometida.
No entendemos por qué se realiza este examen si a los institutos con peores resultados no se les aportan más medios ni se investiga por qué han obtenido esa puntuación.
¿Si un centro obtiene mejor puntuación que otros se puede pensar que es mejor? Aquellos que seleccionan al alumnado probablemente obtengan mejores resultados que los que no lo hacen, como es el caso de los centros públicos.
Los institutos de pueblos con mejores medios económicos seguramente consigan una mejor puntuación que los que están en zonas menos favorecidas económicamente.
Es injusto que la prueba sólo sirva para clasificar los centros de acuerdo con sus resultados.
Estas son las razones por las que no hemos hecho dichos exámenes, y esperamos que la Comunidad de Madrid responda a nuestras dudas.
Lucía Timón Navajas, David Obach Elwés, Paula Martínez Soos, Lucía Díaz-Tejeiro y un grupo de catorce alumnos más del IES Juan de Herrera / San Lorenzo de El Escorial (Madrid)

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