Cartas de los lectores

17 de junio

Estoy harto
Estoy harto de las mentiras de la crisis. Estoy harto de la demagogia de los políticos, del cinismo de los empresarios y del complejo de los sindicatos. Harto de eufemismos. De hablar de flexibilidad laboral en vez de abaratamiento del despido, o de reducir déficit cuando en realidad son recortes salariales. Estoy harto de los vaivenes especulativos de las bolsas. De las agencias de calificación. Harto del supuesto patriotismo de aceptar unas reformas para salvar a España cuando salvamos a una casta financiera sin escrúpulos. Harto de un mercado que engulle todo lo que huele a dinero fácil. Estoy harto del "ya se lo dije y no me hizo caso" de la oposición, de los tertulianos sabelotodo, de las amenazas proféticas del FMI. Estoy muy harto de que siempre sean los mismos quienes paguen las crisis. Harto de que tras la protesta de rigor no habrá nada, sólo unas imágenes para rellenar los especiales de fin de año. Estoy harto de estar harto.
David Valera Jiménez / Leganés (Madrid)

La huelga general sí que es necesaria
Los trabajadores no pueden ceder ante una nueva agresión del capitalismo a sus derechos. Gracias a las huelgas generales de antaño se cortó el paso a contratos basuras y otras mermas de derechos. Los trabajadores, los pensionistas y la mayoría de los ciudadanos no somos quienes debemos pagar el coste de la crisis que han generado unos tramposos y delincuentes especuladores de casino.
Es pura delincuencia social, política y económica, que se carguen de un plumazo lo ganado con los esfuerzos de generaciones en décadas de sacrificados trabajadores por la defensa de mejores condiciones laborales.
No creo que se encuentre país en el que a un partido amparado en las siglas socialistas se le hayan hecho tantas huelgas. ¿Será porque los que se resguardan tras esas siglas a lo que se limitan es a engañar al votante y no son ni socialistas ni representantes de la clase trabajadora?
Por cierto, un fallecido y prestigioso catedrático de economía decía que no se debía hablar de mercado de trabajo. Que el mercado era para las ovejas. Y, en todo caso, para los golfos depredadores.
José María López Esteban / Madrid

Confusión ante la convocatoria
de los sindicatos

Las dos principales centrales sindicales –cual matrimonio bien avenido– se han puesto de acuerdo en convocar una huelga general el 29 de septiembre contra la reforma laboral impuesta por el Gobierno.
Cuando el índice de paro está en el 20% –el doble del promedio europeo– se permiten dar un margen de tres meses y medio para convenir así la preparación de la movilización sindical.
Mucha suerte hará falta para solucionar los graves problemas de nuestro Estado del bienestar, pues mientras el Partido Socialista siga recortando los salarios de los pensionistas y trabajadores, y el PP se proclame defensor de los currantes, la ceremonia de la confusión está más que servida.
Miguel Sánchez
Zaragoza

El segundo ajuste: miremos ahora a las administraciones
Acometido el recorte necesario de calderilla con el tijeretazo a funcionarios, congelación de pensiones, subida de la luz, del IVA... y como resultado directo de todo ahora toca aplicarse a lo más doloroso e inevitable si queremos salvar los muebles, a esas medidas más duras y necesarias que las anteriores, porque ahora toca acometer, sin demora, los ajustes que necesita este país.
Toca plantarle cara a la racionalización de la administración del Estado, porque, no nos engañemos: existe duplicidad y triplicidad de los órganos administrativos, ya sean centrales, autonómicos, municipales o provinciales. Empecemos por estos últimos. ¿Alguien puede darme una sola razón de peso que justifique la existencia de las diputaciones provinciales, auténticos cementerios de elefantes políticos?
Una sola razón pido que justifique su existencia en esta época de crisis frente a la multitud de razones que claman por su desaparición, máxime cuando existen en la Administración del Estado y autonómica más que suficientes estructuras y recursos para realizar sus funciones. Ahora toca minimizar la Administración para maximizar su eficacia. Todo lo demás es derroche mientras se nos pide, y a regañadientes lo aceptamos, que nos apretemos el cinturón.
Juan Carlos Pérez / Bormujos (Sevilla)

Gallardón quita el pan
a los hambrientos

Después de endeudarnos indebidamente con miles de millones de euros en obras que inmortalicen (para mal) su nombre y de gastarse millones en trasladarse a un palacio mejor, Gallardón niega la migaja anual a los más pobres: ha anulado por completo la ayuda al Tercer Mundo con la increíble excusa de que eso ya lo hace el Gobierno estatal.
¿Cómo podrá dormir tranquilo después de negar el pan a los hambrientos y después de ser cómplice de tantas constructoras que nos han endeudado? ¿Es posible que la jerarquía eclesiástica, que tanto predica para que le demos dinero y que tanto critica otras cosas, no desapruebe a quien muestra carecer hasta ese punto de la caridad? La respuesta la dan los mil privilegios anticonstitucionales con los que Gallardón compra su silencio, "santa" corrupción montante en euros muy superior a la de Gürtel.
María José Téllez Diego
Madrid

Alternativas sostenibles
al petróleo

Los científicos del Pacific Northwest National Laboratory han desarrollado un proceso que permite obtener, a nivel comercial, plásticos y combustibles a partir de la glucosa. La principal fuente de glucosa es la biomasa, que puede ser transformada, con este método, en hidroximetilfurfural (HMF), a partir del cual se podrían obtener los derivados del petróleo.
Con el nuevo sistema se han conseguido altos rendimientos (del 70% a partir de glucosa y del 90% a partir de fructosa) y, además, apenas se producen trazas de impurezas. Cualquier alternativa al petróleo ha de ser bienvenida.
Xus D Madrid
Palamós (Girona)

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