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Tres cosas que van a ser más baratas

Tres cosas que van a ser más baratas

Si hay una serie de elementos de consumo que aumentarán su precio al comenzar a pagar su impacto negativo para el medio ambiente, ¿no podría darse el caso contrario? Es decir, artículos y bienes de consumo que reducirán su precio al tomar en consideración su impacto positivo para el medio ambiente. Pues sí que los hay, y aquí vamos a ver tres ejemplos.

 

El transporte público en la ciudad

Hay muchas razones que explican la tendencia a bajar de precio del transporte público (TP), pero se pueden resumir diciendo que su elevada "tasa de sostenibilidad" empieza a producir dividendos. Las ciudades se están dando cuenta de que una buena red de transporte público es mucho mejor que una madeja de calles llenas de atascos de tráfico, y se están produciendo dos fenómenos paralelos: se encarece el uso del coche y se abarata el uso de trenes, metros, tranvías y autobuses. La tendencia a implantar abonos únicos de transporte a precios muy atractivos también es importante.

Además, el TP está (aunque a veces no lo parece en las horas punta) mejorando en prestaciones (comodidad, frecuencias, información a los usuarios, etc.), así que es cada vez más competitivo con el coche. Si el TP mejora y atrae a cada vez más personas, se puede romper su círculo vicioso (el TP de mala calidad hace que cada vez más gente use el coche, empeorando a su vez la calidad del TP, etc.). Un TP barato y de calidad, por el contrario, puede crear un círculo virtuoso que mejore mucho el medio ambiente (ruido, ocupación de espacio, contaminación) en las ciudades.

 

El ferrocarril de larga distancia

El renacimiento del ferrocarril parece ya un hecho cierto, tras muchas décadas de cierre de líneas, encarecimiento y deterioro del servicio. En Europa al menos, los poderes públicos parecen haber caído en la cuenta de que una buena red ferroviaria es un tesoro, con un impacto ambiental muy bajo en términos de pasajero-kilómetro transportado, en comparación con el coche privado o el avión.

Las compañías privadas están compitiendo para ofrecer precios más bajos. En España ya funcionan varias, como Ouigo (con participación de la SNCF francesa) o Iryo (con participación de Trenitalia). En general, la tendencia es a multiplicar el uso de las líneas del camino de hierro, que tanto costó construir. Tal vez algún día se vuelvan a poner en uso los miles de kilómetros de vías de tren abandonadas, volviendo a un ferrocarril de alta densidad, barato y con buenas frecuencias.

 

La electricidad

Hace algunas décadas, la creencia de que las centrales nucleares de fusión estaban a la vuelta de la esquina propició la creencia de que la energía sería tan barata, que ni siquiera se instalarían contadores para medirla, en una especie de barra libre universal de abundancia energética. No ha sido así, desde luego, y la energía de fusión está ahora casi tan lejana como hace medio siglo. Pero hay otra fuente de energía que sí puede hacer mucho más barata la energía que llega a los hogares: la renovable (agua, viento y sol) y en particular la fotovoltaica. Habría dos caminos para conseguirlo.

Por un lado, los paneles solares mismos son cada vez más baratos, y las instalaciones de autoconsumo están demostrando que, tras un período de amortización no muy largo, la factura eléctrica se reduce a la mitad o menos. Por otro lado, para los que estamos enganchados al sistema eléctrico general también hay buenas noticias. Últimamente es frecuente leer en los medios de comunicación noticias sobre días enteros en los que la electricidad va a resultar gratis, o casi, que coinciden con aquellos en que las centrales renovables producen casi toda la energía que necesitamos.

En realidad lo del coste cero es engañoso, es un efecto del mecanismo actual que fija los precios. Lo que sí es real es que un sistema eléctrico basado en renovables, cuyo "combustible" es gratis, será en conjunto más barato que un sistema basado en quemar combustible fósil o nuclear. Este año la producción eléctrica renovable es de un 50% aproximadamente, y se espera que sea mucho mayor dentro de pocos años.

Imagen: Comprando un billete de metro (Europeana) [Journey ticket is purchased - Underground station - Sounds of Changes, Sweden - CC BY].

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