Con negritas

Florentino Pérez y el informe Crimes

ACS y Credit Suisse se las han tenido tiesas esta semana a cuenta de un informe firmado por el analista ROBERT CRIMES que no ha gustado nada a FLORENTINO PÉREZ. En él se pone en solfa la capacidad de su grupo para cumplir los compromisos financieros adquiridos, por culpa del deterioro del mercado de valores. Según Crimes, la fuerte caída de Iberdrola y Hochtief en Bolsa obliga a aportar nuevas garantías que respalden los créditos solicitados en su día para comprar las participaciones de ACS en ambas empresas, que ascienden al 12 y el 30%, respectivamente, sumando los derivados. Teniendo en cuenta esta circunstancia, el precio objetivo de la constructora española sería de 23 euros por acción, en lugar de los 28 a los que cotizaba el viernes, día en que el informe fue emitido.

Su divulgación irritó a ACS hasta tal punto que, a la vuelta del fin de semana, le faltó tiempo para proclamar a los cuatro vientos su propósito de ponerle una demanda a Credit Suisse por daños y perjuicios. Como no podía ser de otra manera, la entidad helvética salió inmediatamente en defensa del "criterio e independencia de nuestro equipo de análisis", lo que suponía un respaldo al cuestionado trabajo de Robert Crimes. Éste, que procede de JP Morgan, es  un conocidio experto en construcción y sus predicciones son seguidas con atención por los interesados en el sector. De su pluma han salido, por ejemplo, varios análisis recientes sobre la situación de BAA, filial de Ferrvial en el Reino Unido, que tantos quebraderos de cabeza le ha procurado últimamente a la familia DEL PINO.

Aunque la haya recibido sin aspavientos, la demanda es, evidentemente, una mala noticia para Credit Suisse porque pone en tela de juicio su solvencia y puede dañar su prestigio. Sin embargo, tampoco parece que ACS vaya a sacar partido de ella, sino todo lo contrario, pues su anuncio solo ha servido, al menos de momento, para darle al informe de Crimes mayor publicidad de la que por sí mismo había tenido. Un informe que, por otra parte y aun con sus posibles errores, en el fondo no hace más que poner de relieve algo archisabido: que el galopante deterioro de los mercados financieros ha infligido serios trastornos a ACS, como a innumerables empresas españolas que se las están viendo y deseando desde hace meses para atender puntualmente sus cuantiosas deudas.

 Mal de muchos

Entre esas empresas ocupan un lugar preferente las constructoras, a las que la crisis inmobiliaria ha cogido inmersas en un costoso proceso de diversificación, con la mirada puesto sobre todo en el atractivo sector energético. No solo Florentino Pérez; también LUIS DEL RIVERO (Sacyr) o incluso JOSÉ MANUEL ENTRECANALES (Acciona) se han visto obligados a hacer auténticos encajes de bolillo a fin de salvar la situación sin dejarse en la gatera más pelos de los estrictamente necesarios.

La encrucijada

El error de cálculo cometido al jalear, sin pretenderlo, el informe de Credit Suisse quizás se explique por el momento crucial que ACS vive desde que en julio, muy a su pesar, puso a la venta el 46% en Unión Fenosa. Cuando la operación se consume, Florentino Pérez y sus socios (los ALBERTOS y la familia MARCH) deberán decidir el destino de los más de 7.500 millones de euros que debe pagarles Gas Natural. Entonces se verá en qué queda su aventura eléctrica.

 ¿Un pie en el consejo?

ACS insiste en que su prioridad es consolidarse en Iberdrola, aunque todavía no  ha explicado si eso pasa por un aumento de su actual participación. Intentará, eso sí, conseguir algún puesto en el consejo de administración, que nunca ha solicitado, según sostienen fuentes de las dos empresas, contrariamente a lo que por error se decía aquí el martes. Que IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN vaya a ponérselo fácil, después de la temporada que le ha hecho pasar Florentino Pérez, es harina de otro costal.

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