Con negritas

El esquivo pasajero de la clase 'business'

Las aerolíneas de todo el mundo se han embarcado en una cruzada cuyo objetivo es repescar a los usuarios de la clase business que han perdido por culpa de la crisis económica. Según los últimos datos facilitados por la IATA, el tráfico en ese segmento disminuyó un 13,9% sólo en el mes de septiembre, y los ingresos, nada menos que un 27%. Tan notable merma lastra los resultados de las compañías, toda vez que la clase business ha sido históricamente la más rentable con diferencia.

La estrategia para hacer frente a la situación pasa por aggiornar la oferta remozando los aviones y remarcando las distancias con la clase turista en cuanto a comodidad y servicio al pasajero. BRITISH AIRWAYS anunció hace poco su intención de invertir 148 millones de euros con ese objetivo e IBERIA tiene previsto gastarse también una cifra similar durante los próximos tres años. Más espacio entre asientos y nuevos sistemas de comunicación y entretenimiento son algunas de las mejoras planeadas.

Todo ello, sin embargo, se aplicará sólo en los viajes de largo radio, pues en los de corto y medio alcance la clase business está llamada a desaparecer simplemente por desuso. De hecho, hay aerolíneas que llevan meses sin ofrecerla a sus clientes. La necesidad de las empresas de reducir sus costes está teniendo un efecto demoledor sobre la demanda, menor en el caso de las low cost, que recogen buena parte de los pasajeros perdidos por las compañías tradicionales.

Para frenar la hemorragia en los vuelos de hasta tres horas, la opción mayoritaria es abaratar la clase turista. Pero eso entraña el riesgo cierto de una guerra de precios, que ya se ha producido, con el consiguiente quebranto para la cuenta de resultados de los operadores, cuya estructura de costes suele ser bastante rígida. Así se explica la decisión de Iberia de lanzar próximamente una nueva aerolínea, con menores servidumbres y que le permita adaptarse mejor a las exigencias del mercado.

La compañía española de bandera está presente desde hace unos años en el segmento del low cost a través de VUELING, de la que es el principal accionista.

Decisión coherente
La mejora de la clase business de Iberia en los trayectos largos es consecuente con su apuesta por el reforzamiento del servicio entre Europa y América Latina. Ese servicio será, además, su principal aportación a la alianza con British
Airways, que tiene ahí una importante deficiencia. Como los británicos son fuertes en el tráfico con Estados Unidos y
Canadá, la fusión alumbrará un grupo líder en los viajes
intercontinentales.

Más Noticias