Con negritas

El pulso interminable entre Florentino Pérez y Galán

Poco antes de las doce campanadas precursoras del Año Nuevo, FLORENTINO PÉREZ cumplió el compromiso adquirido en la última junta de ACS de elevar al 20% su participación en Iberdrola. Para ello ha aprovechado la situación de la eléctrica en bolsa, donde sus acciones cotizan desde hace tiempo por debajo de los seis euros, en coherencia con la atonía general del mercado.

Aún así, dar este paso le ha costado alrededor de 2.500 millones de euros, cifra similar a la que obtuvo por la venta de su filial de logística de puertos y de parte de su paquete en Abertis. Dragados SPL se la traspasó al fondo de infraestructuras de JP Morgan a primeros de agosto a cambio de 720 millones, y sólo una semana después cedió al fondo de capital riesgo CVC el 15,5% de la concesionaria por 1.723.

ACS aseguró entonces que ese dinero lo emplearía para aligerar deuda como paso previo a su reforzamiento en Iberdrola, de la que directa e indirectamente ya tenía un 12,5%. Su presencia en la eléctrica data del otoño de 2006, cuando Florentino Pérez acariciaba la idea de fusionarla con Unión Fenosa, de la que era socio de referencia, y crear así el mayor grupo nacional del sector.

Aquella operación contaba con la simpatía de IGNACIO SÁNCHEZ GALÁN, temeroso de que la fragmentación del accionariado de Iberdrola propiciara ataques como el que había recibido Endesa de Gas Natural. Cuando consideró conjurado el peligro, tras componer un núcleo duro a su medida, Galán le dio la espalda a ACS alegando que no era fiable como compañero de viaje.

A partir de ese momento, Florentino Pérez ha intentado por activa y por pasiva que su participación en Iberdrola no sea simplemente financiera, pero ha topado siempre con la oposición de Galán. Sobre todo desde que, en enero de 2008, se supo que ACS estaba negociando en secreto con el gigante francés EDF para dar la batalla por el control de la eléctrica española.

Galán se ha resistido con uñas y dientes a que algún representante de Florentino Pérez se siente en su consejo de administración, pese a que con el 12,5% ya era el principal accionista. Uno de sus argumentos es la existencia de conflictos de intereses que se han diluido tras salir ACS de Unión Fenosa con la ayuda de Gas Natural. Ahora, además, tiene en venta su negocio de energía renovable, por el que pide la friolera de 5.000 millones.

Si este repliegue basta o no tendrá que determinarlo la Justicia, después de que ACS pidiera su amparo la pasada primavera. Haber alcanzado el 20% de Iberdrola es un punto más a su favor y la demostración de que Florentino Pérez va a pelear por su cuota de poder en Iberdrola con la misma tenacidad que Galán está poniendo para sembrarle de obstáculos el camino.

Más Noticias