Con negritas

El futuro de Alitalia no está ya en sus manos

La oferta de Air France-KLM por Alitalia debe pasar aún algunos filtros. El primer paso ya está dado. Después de ocho semanas de negociaciones y 14 horas seguidas de reunión, el consejo de administración de la aerolínea italiana de bandera, bajo la presidencia de JEAN-CYRIL SPINETTA, dio su visto bueno el pasado fin de semana a la venta. Pero queda un largo trecho hasta que la operación llegue a término, si es que finalmente llega.

Para los sindicatos, cuya anuencia es esencial para Air France-KLM, que no quiere meter la mano en ese avispero sin una razonable garantía de paz social, las condiciones acordadas no son de recibo. Nada menos que 1.600 puestos de trabajo (el 80% entre el personal de vuelo), de los 11.000 que suma Alitalia, serían suprimidos dentro del plan de ajuste necesario para evitar la quiebra. Además, los franceses todavía no han dicho esta boca es mía sobre el porvenir de Alitalia Servizi, la filial dedicada a las tareas de mantenimiento.

El Gobierno, por su parte, aprobó anoche la ofeta de Air France-KLM haciendo caso omiso de los serios problemas que puede ocasionarle en Lombardía, pues entre los planes de los compradores figura trasladar el centro de distribución de vuelos (hub) de Milano-Malpensa a Roma-Fiumicino, lo que infligiría un notable quebranto económico a aquella región. Italia, por añadidura, está pendiente, desde la caída de ROMANO PRODI, de las elecciones generales que se celebrarán el 13 y el 14 de abril. A ellas concurre con muchas posibilidades de ganar SILVIO BERLUSCONI, aliado de la Liga Norte. Y no va a ser fácil que el líder esta formación, UMBERTO BOSSI, transija con una operación que perjudicaría gravemente a su territorio de origen.

En cualquier caso, la alternativa es poco halagüeña. Si la opción de Air France-KLM no fructifica y Alitalia se queda como ahora (49,9% de las acciones en manos del Estado y el resto en bolsa), el Gobierno que salga de las urnas tendría que proceder este mismo año a una ampliación de capital del orden de los 750 millones de euros para hacer frente a las ingentes pérdidas que la aerolínea genera y al servicio de los 1.280 millones de deuda que tenía contraída a 29 de febrero del ejercicio corriente.

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