Malo Será

El tiempo es relativo

 

Dos meses, dos semanas... El tiempo es relativo y si no, que se lo pregunten al Gobierno. El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado que de aquí a las elecciones del 20-N no hay tiempo para abordar un nuevo impuesto para los ricos. Dos meses no son suficientes —puede que sea cierto, pero no quita que lleven años anunciándolo—. Dos semanas, sin embargo, sobran para llevar a cabo una reforma del que hasta ahora parecía un texto intocable: la Constitución. Eso sí, dos semanas no son tiempo como para debatir la medida con la ciudadanía. "A nosotros nos hubiera, claro que sí, gustado compartir con los ciudadanos esta decisión", ha asegurado Blanco. Pero había que modificar la Carta Magna lo más rápido posible. De retrasarse el nuevo artículo 135, se ha excusado, "habría perdido valor y eficiencia".

El tiempo. El tiempo es relativo. En un determinado momento puedes estar convencido e incluso prometer que abordarás una medida y en poco más de un año afirmar justo lo contrario. Es lo que ha hecho, por ejemplo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En mayo de 2010 anunció que el Ejecutivo subiría "en su momento" los impuestos a las rentas más altas, si bien dejó claro que lo haría cuando fuese "oportuno". Curiosidades de la política —por decirlo de algún modo—, el propio Blanco hizo suyas las palabras del presidente y manifestó, también en mayo, que el incremento de los impuestos se debatiría "en breve".

Del "en breve" hemos llegado casi al final de la legislatura y, casualmente, ya no ven tiempo material para promover que "quienes más ganan, más tienen que contribuir" —ese fue el argumento repetido hace un año tanto por Zapatero como por Blanco—. Quizás el momento "oportuno" al que se referían fuese nunca.

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