Con la sentencia del juicio-sainete sobre la manipulación del informe del ácido bórico acaba de bajarse el telón en el último capítulo de la serie "Conspiranoia eres tú", en la que queda desmontado todo el tinglado de la farsa montada por la extrema derecha política y mediática sobre la autoría fantástica de la matanza del 11-M.

La coincidencia de que hubiese aparecido ácido bórico en el domicilio de uno de los acusados y en un piso franco de ETA años atrás tiene, al fin, el mismo valor científico que la teoría de las patatas fritas asesinas: está demostrado que el 95% de los conductores que han sufrido un accidente de tráfico habían tomado patatas fritas en las semanas anteriores al accidente.

Mientras Mariano Rajoy prepara sus disculpas a todos los españoles (no me cabe duda, con lo centrado que está últimamente) por la mala fe de haber pedido en su día una comisión de investigación en el Congreso sobre asunto tan extravagante, debería apresurar sus disculpas ante los cuatro policías a los que tanto daño moral hizo por su actitud de secundar los delirios de los medios golpistas de la extrema derecha.

Mala suerte tiene este aprendiz de adivino. Intentó ganar las elecciones con la acumulación de mentiras sobre la autoría de ETA en el 11-M (porque los islamistas eran "poca cosa" para tan enorme resultado) insinuando que los autores "intelectuales" estaban en las cloacas del Estado, riéndole las gracias a los conspiranoicos como Díaz de Mera, que levantó falso testimonio en sede judicial, a los que hablaban de manipulación de la mochila no explotada y de la Orquesta Mondragón (aportación genial del diario El Mundo a la historia del periodismo) y de los suicidas "moritos" de Leganés, suicidados por la rama policial del atentado... Con ese bagaje intentó ganar las elecciones, sin importarle cubrir de mierda una de las instituciones vitales para el Estado de derecho, como es la policía.

Felizmente perdedor, aprendiz de adivino y fino analista de la realidad. Como cuando felicita al gobierno colombiano por la liberación de Ingrid Betancourt, por haberlo logrado "sin atajos" negociadores... cuando resulta que el gobierno colombiano mantiene una negociación y diálogo permanentes con los terroristas de las FARC, a los que ha prometido amnistías parciales y el perdón de crímenes si colaboran en las capturas.

El fino analista y perspicaz observador que, en medio de la bronca y los abucheos, vio "buen ambiente" en el congreso del PP catalán.

Y luego dice que es Zapatero el que huye de la realidad.