Merienda de medios

Las mejillas de Rouco

Por Gallardón hemos sabido que el presidente de la Conferencia Episcopal, Rouco Varela, tiene las mejillas de porcelana y las expone a los golpes menos que a un jarrón de la dinastía Ming. Contaba ayer el alcalde en El Mundo que el cardenal le propuso una audiencia con el Papa para ofrecer Madrid como sede de la Jornada Mundial de la Juventud de 2011, pero que, al enterarse de que pensaba decirle a Benedicto XVI que las injurias de Federico I de la Cope estaban al nivel de las siete plagas de Egipto, su eminentísima canceló el encuentro con el Pontífice. ¿Poner cristianamente la otra mejilla? Ni la primera, que duele.

Según Ramírez, es Gallardón quien no aguanta una broma, además de que chivarse a Ratzinger hubiera sido una "descortesía" imperdonable. "¿Cómo es posible que en la balanza de un demócrata pese más la incomodidad de una determinada línea editorial que el riesgo de la pervivencia del pluralismo?", se preguntaba el diario. En su caso, lo de la mejilla no hubiera bastado. El alcalde, como San Lorenzo, tendría que haber pedido al de Teruel que le diera la vuelta en la parrilla, en vez de contribuir a "poner en riesgo que la voz más discordante con el oficialismo cuente con un micrófono de potencia suficiente en la raquítica oferta radiofónica privada de nuestro país".

Losantos, que es persona, se lo ha tomado muy malamente: "Gallardón no es bravo; es manso, cornea... Y luego cobardea en tablas; nunca sabe cómo tiene que salir. Este ya no sólo chantajea a Rouco sino que además presume de haberlo hecho", tronaba ayer en la Cope, antes de pedir a Luis Herrero que contara cómo les pidió árnica en el pasado. Al eurolocutor, digo eurodiputado, le faltó tiempo: "Se planteó firmar un armisticio con Federico (...) y se dio cuenta, por la razón que fuera, que no era posible".

Mientras tanto, en Punto Radio, Luis del Olmo estaba a punto de perder las manos de tanto frotárselas: "El alcalde de Madrid me cae cada vez mejor", sentenció. Ante los mismos micrófonos, Miguel Ángel Revilla, que como Cantabria es pequeña puede a la vez presidirla, entregar anchoas a domicilio a Zapatero y hacer de tertuliano, se condolía por el regidor: "Cuando hay un ataque sistemático y sin fundamento se vuelve en contra del medio y a favor del calumniado".

La Cope, en guerra

"Lo de la Cope es más profundo porque no es un tema personal con el señor Ruiz Gallardón, al que zahieren constantemente", empezó a decir Martín Ferrand para argumentar que la emisora de los obispos ha declarado una "guerra política" al PP de Rajoy. "Es un tema personal contra media humanidad", terció Fernando Jáuregui. ¿De cuántas mejillas estamos hablando?

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