Modos y Modas

Navidades negras

EL DECANO// JOSÉ LUIS CANO 

En estas fechas tan señaladas, por no usar un tópico, la mayoría de los ciudadanos nos ponemos un poco más blanditos, sensibleros y, a excepción de los políticos, apartamos por unos días nuestras particulares guerras para sumergirnos en una marejada de festejos, reuniones, comilonas... Nos deshacemos en felicitaciones y buenos deseos, pero la vida, realmente, continúa como siempre. Junto a los rostros eufóricos de los premiados en la lotería, aparecen fotografías en las portadas de los periódicos de gente mísera, desheredada del mundo, que intenta, arriesgando sus vidas, llegar a un mundo mejor. Vienen hacinados en pateras llenas de esperanza, miedo, miseria y muerte.
Son las víctimas de nuestra felicidad; por eso, en estos días en los que nos zambullimos sin pudor en nuestra abundancia, bien vale un recuerdo, aunque sólo sea eso, para ellos. Que al menos los Reyes Magos tengan un poquito de sentido común y les regalen la posibilidad de un futuro, aunque no hayan recibido carta alguna con la solicitud, porque allí de donde vienen no hay papel, ni boli, ni carteros, ni sellos. Desde allí, lo único que se puede enviar es gente. Jóvenes con una bolsa cargada de incertidumbre y temor, que viajan con el encargo exclusivo de vivir dignamente. Así que si a los Reyes Magos les cae a desmano pasarse por sus poblados y sus casas, al menos dejémosles que se arrimen a nosotros y permitámosles probar algo de lo que nos sobra, que es mucho, es demasiado. 

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