Multiplícate por cero

La ira de Dios caerá sobre los banqueros divinos

Lloyd Blankfein, del Bronx, hijo de un cartero de Manhattan y actual consejero delegado de Goldman Sachs, se tiene en un alto concepto: cree que, como banquero, hace el trabajo de Dios. Un trabajo que consiste, según la acusación de las autoridades estadounidenses, en mentir, engañar y cometer fraude vendiendo a sus clientes las peores hipotecas basura sin informarles del riesgo, a la vez que ganaba dinero apostando contra ellas.

No sería la primera ilegalidad cometida por Goldman. La Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) también lo investiga por colaborar en la ocultación de parte de la deuda pública helena para que Grecia pudiera entrar en el euro.

Lo que no se esperaban el banquero divino y sus colegas es que los abusos continuados del sistema financiero fueran a ser investigados. Tan acostumbrados estaban a salirse con la suya que, a pesar de haber costado miles de millones a los contribuyentes, no tuvieron reparo en recuperar sin tardanza sus insultantes remuneraciones. Blankfein llegó al extremo de decir que los ciudadanos deberían "estar felices" porque, aunque el sistema financiero "puede habernos conducido a la crisis, él nos sacará".

Tanto cinismo y poco propósito de enmienda tenía que acabar atrayendo sobre sí la ira de Dios (personificada en el Gobierno Obama). La investigación de la SEC (órgano regulador de la bolsa de Nueva York) no ha hecho más que empezar y puede que incluso se presenten cargos criminales contra Goldman. Aunque, dado que hace el trabajo de Dios, el infierno debería ser su destino.

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