Otras miradas

Tres asesinadas: ni portadas ni trending topic

Ana Bernal Triviño

La Policía Nacional investiga como violencia machista el asesinato de una mujer de 32 años en Palencia por su pareja de 36, a 26 de septiembre de 2022. -EFE/ Almudena Álvarez
La Policía Nacional investiga como violencia machista el asesinato de una mujer de 32 años en Palencia por su pareja de 36, a 26 de septiembre de 2022. -EFE/ Almudena Álvarez

El 22 de septiembre puse un tuit donde escribí: "Lo importante". Debajo, citaba el asesinato machista de Ana García, en Girona. Lo puse porque durante todo ese día, y el siguiente también, solo fueron trending topic las declaraciones de la ministra de Igualdad sobre el tema de la educación sexual. Mientras, la realidad pura, la más dura, pasaba por delante de una familia sin que ni las redes sociales ni los informativos de ese día reparasen más allá de unos segundos en otro asesinato normalizado por todo el mundo. Así se sienten en la autoridad de seguir asesinando, porque al final la sociedad calla más que habla, normaliza más que alerta. 

Mientras se entretenía la gente en volcar su odio en aquellas declaraciones, una familia lloraba por Ana García, porque antes su pareja había dicho que ella se había caído en bicicleta, cuando la autopsia reveló que tenía más de 60 heridas, dientes rotos, marcas de presión en el cuello y signos de una agresión sexual violenta. 

El lunes, otros tres asesinatos machistas confirmados. Débora fue enterrada bajo hormigón en una nave industrial tras matarla. Su familia denunció que llevaba meses desaparecida. Él incluso buscó asesoramiento de un abogado para denunciar a la madre de sus dos hijas por abandono de hogar, habiéndola ya matado. Ella le había denunciado hacía diez años y con una agresión en 2021, el hospital activó el protocolo por maltrato tras atenderla en urgencias. En los dos casos, no tuvo fuerzas ni apoyo de enfrentar más la situación y vivió esos años tragada por el ciclo de la violencia de género, con esos picos de tensión y esas lunas de miel donde ella volvería a confiar en que nada se repetiría. Las pequeñas quedan huérfanas.

En Palencia, otra mujer fue asesinada. Él, como otros casos, se suicidó después porque ya se fue el motivo que le hacía levantarse por las mañanas: hacer a ella la vida imposible. Por eso nunca se suicidan antes. Cuando los agentes fueron a la casa para comunicar que él había fallecido, se encontraron a una niña de siete y un niño de dos años, que estaban con el cuerpo de su madre en la cama, tras haberla asesinado. Esos niños quedan huérfanos.

Y también se confirmó el asesinato de una mujer de 68 años en Benidorm. Él, como el anterior, también se suicidó, con 73 años, lo que provocó un accidente de tráfico. Cuando la policía fue a notificar el accidente a casa, localizó el cuerpo de ella. Una mujer que habrá soportado toda una existencia que no puede ser calificada de vida.

El día que conocimos esos asesinatos, ninguno fue trending topic y tampoco estuvo en las portadas de los medios nacionales. A la mañana siguiente lo que sí hubo fueron pintadas y carteles de "feminazi" en los juzgados de violencia de género en Madrid por parte de un grupo ultra. Es alucinante el pasotismo ante nuestros asesinatos, alucinante la poca alarma, la poca difusión y que esto forme parte de la costumbre. Porque mientras hay quienes se apresuran en escribir tuits para hacer otros trending topics ajenos a esto, hay otros negando la violencia de género, otros aplaudiendo a la triunfante Meloni en Italia por decir que esto es "ideología de género", otros pensando que como hay que ir contra el feminismo todo vale, y otros gastando energías en otros temas sin poner que sobre la mesa están nuestras asesinadas. El día que conocimos esos asesinatos, ninguno fue trending topic y tampoco estuvo en las portadas de los medios nacionales. Y claro, pueden seguir matándonos porque tiene más protagonismo las noticias manipuladas de okupas, la subida de la luz y que dos deportistas se den la mano y lloren, que las vidas de estas mujeres.

Muchas veces se cita la cifra del número de asesinadas, que así, queda más breve. Pues quizás vamos a tener que decir sus nombres, como hace la compañera Macarena Baena, de EFE, que siempre detalla a cada una de ellas en sus tuits.  A estos tres casos del lunes están los de Luisa María, Ana García, María del Carmen, Eva María, María del Carmen, Abigail, Trinidad, Cristina, Mari Nieves, Amparo, Gema, Virginia, Diolimar, Maite, Eva María, Luisa María, Florina, Clotilde, Ouardia, Victoria, África, Teodora, Claudia, Mercedes, Lobna, Isabel, Maria Ángeles, Ivet, Luna, Mónica y Sara. A ver si asumimos que tienen nombre y que sus vidas ocupan más que una cifra. A ver si así tomamos conciencia de la propia vergüenza que debe darnos que sus asesinatos y vida rota de sus hijos e hijas huérfanos pasen siempre a ser una secundario. A ver si nos centramos ya de una vez en la educación sin alarmismos. Una vez leí que "asesinadas ha habido siempre". Y seguirá habiendo mientras reaccionemos con tanta indiferencia.

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