Pato confinado

Receta de yakimeshi: arroz japonés con gambas y cebolletas

Yakimeshi.
Yakimeshi o arroz frito japonés. Wikimedia Commons.

En el mundo de los arroces asiáticos, el yakimeshi debería tener consideración especial. Es sencillo y resultón. Un arroz japonés muy gustoso, similar a otros arroces fritos del entorno. Juega con especial elegancia con la presencia del huevo. En esta receta se pueden utilizar diferentes ingredientes (carnes, verduras, mariscos...), y su forma de elaboración es siempre parecida: el arroz se cuece al estilo japonés, y después se saltean los ingredientes, preferentemente en un wok, a fuego siempre fuerte, y con un punto de salsa de soja.

Una vez aprendidos los trucos y pasos, se convierte en un arroz muy socorrido que no tiene especial complicación y que puede apañarte una cena o comida sin demasiado esfuerzo zen. Serás como el monje o la monja del monasterio frente al monje Fuji: con la práctica conseguirás arroces de escándalo. El Shōgun del paladar te llamará a su palacio, convencerás a tus allegados de que siempre es mejor llenar la panza antes que hacerse el harakiri. Zen-sual, será tu nueva disciplina... y arigato gozaimasu! (¡gracias!) por la lectura.

Receta de yakimeshi, arroz frito japonés

Ingredientes 2 personas:

  • Dos tazas de arroz basmati o arroz largo asiático.
  • 2 huevos.
  • 4 gambas o gambones pelados.
  • 1 cebolleta.
  • Salsa de soja.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Sal.

Elaboración:

Según el ingrediente que escojas, puedes marinarlo (por ejemplo, el pollo queda muy bien bañado unas horas con salsa de soja, jengibre, ajo...). La idea del yakimeshi es que los ingredientes, excepto el arroz, no pasen demasiado tiempo por el fuego, que estén justos para no estar crudos. Eso le da un punto muy fresco y aromático, especialmente con las verduras (siempre corta en trozos muy pequeños los vegetales que eches para que se hagan más rápido). El arroz japonés se lava antes de cocerlo con devoción samurái con el objetivo de que salga suelto y firme. Pasa el agua que sea necesaria hasta que al final salga transparente al cruzarlo. Se hierve con la olla siempre tapada, la cantidad de agua justa, y se saca tirando al dente. Se sofríe luego bien en el aceite (que quede brillante pero sin pasarte de oleoso). El truco del sabor del yakimeshi está en el huevo. Debe freírse siempre a alta temperatura.

1. Cuece al arroz:

Lava bien el arroz para quitarle el almidón y cuécelo con el agua justa (por cada taza de arroz se debe añadir 1,4 de agua) para que salga al dente, siempre tapado y a temperatura medio-alta. Resérvalo hasta que se temple. Bate un huevo y ponlo en un bol. Mezcla el arroz blanco con el huevo, como si estuvieras haciendo una tortilla.

2. Saltea el yakimeshi:

En una sartén, con un chorrito de aceite, fríe un huevo y desmenúzalo como si fueran trozos de tortilla. Resérvalo. Corta la carne de las gambas en trozos muy pequeños y la cebolleta (utiliza sobre todo la parte del cuello casi verde). Reserva también. En una sartén o un wok, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen. Cuando esté muy caliente, echa el arroz. Muévelo con suavidad mientras se fríe a fuego muy alto, que quede brillante y se vaya haciendo por todas partes. Añade las gambas y la cebolleta, y continúa removiendo hasta que estén hechas. Añade la tortilla, un chorrito de salsa de soja y un punto de sal, si fuera necesario. Remueve. Deja que repose unos minutos. Servir caliente.

➥ Seguimos con un arroz frito tres delicias.

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