Pato confinado

Receta tailandesa de curry verde con pollo (Kaeng khiao wan)

Curry verde con pollo tailandés.
Curry verde con pollo. Receta tailandesa. Foto: Takeaway. Wikimedia commons.

El curry verde con pollokaeng khiao wan (así llaman a este curry) es una de las recetas más conocidas de Tailandia. Se trata de un delicioso pollo guisado con pasta de curry verde, vegetales y hierbas aromáticas. Quizás uno de los mayores problemas con este plato sea encontrar los ingredientes precisos que usan en el Sudeste Asiático (las hojas de lima kaffir, que le dan una personalidad cítrica, la albahaca dulce, el azúcar de palma, o las berenjenas tailandesas). Estas plantas y aromas son las que configuran un sabor más auténtico, junto a la leche de coco.

Esto hace que, en ocasiones, tengamos que adaptar la receta a los vegetales y especias que tengamos a mano. En vez de la lima kaffir se puede usar ralladura de lima o citronela, y la berenjena asiática puede cambiarse por otros vegetales, como calabacines, patatas, guisantes, zanahorias, etc.

Lo que no puede faltar es la leche de coco y la pasta de curry verde (puedes comprarla en tiendas asiáticas o en Internet). El resultado es un guiso caldoso, muy aromático, con un ligero color verde, algo dulce, y con un toque picante (en función de la cantidad de curry que le eches), y ácido. El pollo debe salir guisado, tierno, y bien cubierto de salsa (suelen sacarlo bastante caldoso). Puedes ir añadiéndole un poco más de curry o especias durante el guiso, si ves que está quedando flojo. Para el gusto occidental no parece necesario añadirle más azúcar y menos de palma. Se sirve junto al arroz blanco oriental cocido, como el jazmín, o con fideos de arroz.

Receta de curry verde con pollo

Ingredientes 4 personas:

  • 3 cuartos de pollo troceados.
  •  4-5 hojas de lima kaffir o ralladura de lima o citronela.
  • Albahaca dulce tailandesa o albahaca normal.
  • Pasta de curry verde.
  • Ajo en polvo.
  • Leche de coco (aproximadamente medio litro).
  • 1 guindilla fresca.
  • Caldo de pollo.
  • Salsa de pescado tailandesa.
  • Arroz jazmín o basmati.
  • Aceite de oliva suave o vegetal.
  • Sal.

1. Prepara la pasta de curry:

En una sartén o wok añade la pasta de curry (dos o tres cucharadas, al gusto, en función de la fuerza que quieras sacar, pero recuerda que es picante). Añade una cucharadita de un aceite suave y sofríelo durante unos minutos hasta que empiecen a emanar sus aromas. Tira un chorro de leche de coco, que cubra la superficie de la sartén, y tenlo al fuego, mientras remueves, hasta que se separe el aceite de la leche (verás pronto el cambio alquímico, con el aceite burbujeando sobre los grumos).

2. Guisa el pollo con curry:

Una vez la leche esté separada del coco, añade los trozos de pollo. Mézclalo y sofríelo hasta que se integren los sabores, durante unos 5-10 minutos. Echa la leche de coco hasta casi cubrirlo y un buen chorro de caldo de pollo. Remueve y añade un chorrito de salsa de pescado tailandesa, ajo en polvo, y deja que se cocine unos 15 minutos más, hasta que la carne del pollo empiece a estar tierna.

3. Aromatiza el guiso de curry verde:

Añade las hojas de lima kaffir sin su nervio central o una cucharadita de ralladura de lima. Echa el calabacín cortado en rodajas gruesas. Deja que se cocine alrededor de unos cinco minutos. Vuelve a añadir otro chorro de leche de coco para terminar de ligar la salsa (este punto es importante, porque si no puede quedar con una textura demasiado aceitosa). Echa por encima varias hojas de albahaca fresca y media guindilla roja fresca cortada en rodajas finas (en función de tu tolerancia al picante). Apaga el fuego y mézclalo. Comprueba el punto de sal. Espera unos minutos a que repose. Sírvelo junto a arroz jazmín o basmati cocido.

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