Las albóndigas son muy disfrutonas. Sin duda, uno de los grandes inventos culinarios del Mediterráneo (los árabes son otros expertos también). Están cremosas, siempre jugosas, y pueden ir bañadas en las salsas más variopintas.

En esta ocasión, las prepararemos con una deliciosa salsa de queso que se hace con un sofrito de cebolla, vino blanco, harina y leche. Para los golosos, esto es como la llamada al cielo, un toque a gloria. ¡Crema con crema! ¡Yummy!, que dicen los ingleses.

Una receta divertida (si tienes tiempo, es un placer amasar y dar formas a las albóndigas), y con un punto original, pues normalmente se comen en España con salsa de tomate, de pimentón o almendras.

Albóndigas con salsa de queso

Ingredientes 4 personas:

Para las albóndigas:

• 500 g de carne picada (puedes usar ternera, cerdo, pollo o una mezcla)
• 1 huevo
• Pan rallado
• 2 dientes de ajo picados
• 1 chorrito de leche
• Migas de pan
• 2 cucharadas de perejil fresco picado
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite para freír

Para la salsa de queso:

• 2 cucharadas de mantequilla o aceite de oliva
• 1-2 cucharadas de harina (lo justo para espesar)
• 1 taza de leche
• 1 taza de queso rallado (puedes usar emmental, manchego, o tu queso favorito para fundir)
• Sal y pimienta al gusto
• Nuez moscada (opcional, una pizca para dar sabor)

Prepara las albóndigas:

1. En un bol grande, mezcla la carne picada, el huevo, el pan rallado (solo el necesario para compactarlo un poco), las migas, un chorrito de leche, el ajo, el perejil, la sal y la pimienta. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén combinados. Que quede jugoso pero firme.
2. Forma albóndigas del tamaño de una pelota de golf con la mezcla, pásalas por harina, y reserva.
3. Calienta un poco de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto.
4. Cuando el aceite esté caliente, añade las albóndigas y fríelas hasta que estén doradas por todos los lados y cocidas por dentro. Esto puede tomar unos 8 minutos. Reserva.

Haz la salsa de queso:

1. En la misma sartén donde freíste las albóndigas, derrite la mantequilla a fuego medio.
2. Agrega un cebolla picada, y cuando esté pochada, echa harina y cocina por un par de minutos, removiendo constantemente, para hacer un roux.
3. Agrega un copita de vino blanco. Espera que se evapore el alcohol.
4. Vierte la leche gradualmente mientras remueves para evitar grumos. Continúa cocinando hasta que la mezcla espese.
5. Agrega el queso rallado a la salsa y remueve hasta que se derrita y se integre completamente.
6. Condimenta con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
7. Agrega las albóndigas y dales un hervor con la salsa (unos minutos, que se integren los sabores). Deja que repose y sírvelo caliente.
8. Puedes acompañar las albóndigas con arroz, pasta, o una ensalada.