A mitad de camino entre la mermelada y el puré, la compota de manzana es una receta del todo versátil, que puede servirte tanto de base para otros postres (¿un pastel?) como de acompañante de carnes, o para endulzarte en el momento oportuno, por qué no, en tostadas o con yogur.

Se hace un almíbar (agua con azúcar) al que se le agregan los trozos de manzana limpios. Se cuece todo a fuego bajo, con algún aromatizante, en este caso una ramita de canela. Puede llevar otros frutos, como pasas o cítricos. Según tu gusto, juega con el azúcar, aumenta o baja la cantidad (recuerda que es calórico y no saludable).

Sirve la compota junto a carnes (es ya un clásico con el magret de pato o el muslo de pato confitado), o como postre, con  queso, por ejemplo.

Compota de manzana

Ingredientes 2-4 personas:

• 4-5 manzanas
• 4-6 cucharadas de azúcar
• 1 rama de canela
• 1 poquito de zumo de limón o dos cáscaras de limón (sin la parte blanca)
• 1 taza de agua 250 ml

Prepara la compota de manzana:

1. Pela, descorazona, y corta las manzanas en trozos pequeños.
2. En una olla pequeña, combina las manzanas cortadas, el azúcar y el agua. Agrega el jugo de limón, o las pieles, y la rama de canela.
3. Lleva la mezcla a ebullición.
4. Una vez que hierva, reduce el fuego a bajo y deja cocinar a fuego lento y tapado durante unos 30 minutos, o hasta que las manzanas estén tiernas y se deshagan fácilmente con un tenedor.
5. Retira la olla del fuego y deja que la compota se enfríe un poco antes de servir.
6. Puedes servir la compota de manzana caliente o fría, según tu preferencia. Decóralo con un poco de canela en polvo o incluso con una pizca de nuez moscada rallada.