Esta vinagreta de mango es exótica y afrutada. Bendice ensaladas. Alegra tomates. Contenta cebollas. Envalentona a cualquier lechuga. Dispara la energía de los pescados ahumados. Da gusto y color, y vitaminas, claro, muchas de ellas. No lleva vinagre, y aún así merecerá el título de vinagreta por el ácido que le aporta el jugo de limón. Juega a los contrastes, a pasar la pelota del agrio al dulce. La emulsión surge al batirla con el aceite de oliva. Es un digno espécimen del universo de estas salsas que enriquecen hogares y también son gloria de la alta cocina. La base de toda vinagreta es mezclar un medio ácido con uno graso. Existen fórmulas con todo tipo de ingredientes (alcaparras, queso azul, mostaza, miel...). Aquí se sigue el mismo principio, multiplicando los aromas con la esencia del fruto.

Receta de vinagreta de mango

Ingredientes 2 personas:

• 1 mango.
• Aceite de oliva virgen extra.
• Zumo de un limón.
• Pimienta blanca molida.
• Sal.

Elaboración:

Es muy sencilla. Solo tienes que batir bien los trozos de la fruta pelada y conseguir que emulsione la salsa. Debes triturar primero el mango hasta dejarlo como si fuera un zumo. Después le agregas el aceite de oliva, poco a poco, dándole la consistencia que consideres necesaria. Algunos cocineros también le echan vinagre balsámico y una pizca de curry o de pimienta rosa.

1. Prepara el mango y bátelo:

Pela el mango, deshazte de la semilla. Corta su carne en dados y ponlo en un recipiente. Añade el zumo de limón, y una pizca de sal y de pimienta blanca. Tritúralo con la batidora, que quede líquido.

2. Emulsiona la vinagreta de mango:

Añade al mango un hilo de aceite de oliva, poco a poco, mientras sigues batiendo. Tienes que conseguir una salsa bien emulsionada, como si fuera una mayonesa poco espesa.

➥ Seguimos con una ensalada waldorf.