Si algo sabe hacer Mariano Rajoy, es joder la marrana. Vulgo dixit: es un gran estratega. Ha elegido a Xabier García Albiol candidato del PP a la presidencia de la Generalitat. Como todo el mundo sabe, Albiol representa al sector duro del ala ultra-facista del PP más xenófobo de filosofía franquista, por decirlo en broma como los politólogos. O sea, un tío con dos huevos. "Los alumnos autóctonos están condenados a ir al colegio con inmigrantes".

Con Albiol en Cataluña como candidato, Rajoy no pierde nada. El PP daba Catalunya por perdida, pero con la irrupción de Ciudadanos ya la da por desahuciada. Rajoy sabe que sacará los mismos votos si presenta a Blancanieves, al príncipe Vlad o a Albiol. Los dos primeros declinaron el honor porque tenían compromisos literarios. "No consentiré que 500 musulmanes recen cada viernes y 2.500 para el Ramadán. Si hay alguien a quien no le parezca bien, lo que tiene que hacer es darme la dirección de su casa, y yo se los enviaré a rezar a la puerta de su casa, a ver que les parece esa situación".

En el resto de España, sin embargo, la elección de este candidato catalán agrada al voto carpetovetónico que en Francia obtendría Marine Le Pen. A la ultra. En España, o en el resto de España, como se quiera decir, el PP va a recabar votos entre los que aman discursos del tipo: "Los inmigrantes han venido a hacer la vida imposible a los vecinos, a delinquir y a aprovecharse de nuestro sistema de beneficios sociales".

Lo dicho.

Mariano suma votos.

Es un estratega.

En España nunca habrá un Frente Nacional.

Se repetirían cromos.