Rosas y espinas

Aznar manda a Feijóo a pisar las alamedas

El expresidente del Gobierno José María Aznar durante la inauguración de una nueva edición del Campus FAES. E.P./Carlos Luján
El expresidente del Gobierno José María Aznar durante la inauguración de una nueva edición del Campus FAES. E.P./Carlos Luján

Yo ya sé que las izquierdas que me leen, sedientas de sangre y cuellos de monarca, se sentirán decepcionadas por mi cambio ideológico, pero no lo puedo evitar, y a mí Alberto Núñez Feijóo me empieza a suscitar ternurita. Es más blando que las ovejitas que cuentas para dormir. Ahora los demócratas contamos feijocitos, y nunca llegan a saltar 176 antes de que nos durmamos. Es tan relajante. Te dan ganas de untarle cremita solar en la espalda y bajarlo al camarote del yate de Dorado, para que tenga muy dulces y presidenciales sueños mecidos por las azules olas del Prestige, los espumosos vaivenes de las narcolanchas y el graznar carroñero de las gaviotas.

Pero al pobre Fakejóo, con lo marianista e indolente que es, no lo dejan reposar tranquilo. Y mira que se ha ganado a pulso ser irrelevante y que nadie le dé la lata. Ahora va José María Aznar, disfrazado de Mio Cid (sin saber que Díaz de Vivar fue un mercenario que también luchó contra cristianos), y hace un llamamiento a la movilización ciudadana contra unos indultos que no existen. Y el PP de Cuca Gamarra, que suele rascarse antes de que nada le pique, convoca una manifestación contra la inexistente amnistía el 24 de septiembre. Dos días antes de que Fakejóo ponga de largo su investidura en el Congreso. Con lo poco que a Fakejóo le gusta la calle, ahora le ponen a pisar las alamedas, como un Allende inverso.

Tomar las calles para liberar a los opresores de los oprimidos suele salir mal. Funciona mucho mejor en los despachos. José María Aznar está suicidando a Fakejóo, lanzando al monte a un burocratilla de tacón alto. Fakejóo, en la calle, es como una ameba investigando a un científico. Aznar sabe que, si esta convocatoria callejera sale mal, que es lo más probable, Fakejóo discurseará en su fallida investidura más debilitado. Aznar no tendrá ninguna responsabilidad del fracaso de la movilización ciudadana facha. Fakejóo, toda.

Al pobre gallego, de brazo incorrupto ya maloliente, esta convocatoria de tomar las alamedas no le sienta nada bien. Feijóo, como Mariano Rajoy, es un político de invernadero. En cuanto lo sacas a la naturaleza, coge orugas. Aznar ha hecho lo peor que se le pude hacer a Fakejóo: mandarlo al aire libre.

Antes de esta convocatoria urgente y poco meditada del PP para manifestarse el 24 de septiembre contra la fantasmagórica amnistía, la Sociedad Civil Catalana ya tenía prevista una movilización, por el mismo motivo, para el 8 de octubre. La primera gran figura que anunció su presencia fue la omnicuqui Isabel Díaz Ayuso. Ahora Aznar ha contraprogramado a Ayuso y a su Sociedad Civil Catalana. Yo es que ya estoy en un sin respirar.

La Sociedad Civil Catalana es un movimiento de inspiración alegremente fascista, como se demuestra observando el perfil de algunos de sus simpáticos fundadores. Jorge Buxadé, varios miembros de la Fundación Francisco Franco y Santiago Abascal.

Esta Sociedad Civil Catalana, que se adelantó a la convocatoria del PP en su manifestación contra la amnistía, tiene una historia curiosa. Fue fundada en marzo de 2014 y, solo ocho meses después, el Parlamento Europeo le concedió el premio Ciudadano Europeo. No sé qué maravillosas cosas haría en esos ocho meses la Sociedad Civil Catalana para obtener tal galardón, pero, por mucho que indago en las hemerotecas, no encuentro ninguna. Será mi incapacidad para encontrar lo inencontrable. Será que el Parlamento Europeo tiene un olfato tan fino que no detecta fascistas

Si uno fuera tertuliano y, por tanto, creíble, colegiría que el fascista Aznar ha contraprogramado a la neofascista Sociedad Civil Catalana, dos días antes de la investidura de Feijóo, y ha convocado una súper manifestación contra indultos inventados para joder a Fakejóo. La derecha posaznarista es una fábrica incesante de cadáveres políticos. Circunstancia que no me disgusta.

Feijóo debe estar echando mucho de menos a los narcos, a La Voz de Galicia y a las meigas, que eran el soporte de su prestigio político en su tierra.

Ahora Fakejóo no sabe si ir a la manifestación del 24 de septiembre o a la del 8 de octubre. Tampoco está muy seguro de si acudirá a su propia investidura. Me lo tienen desquiciado, a este hombre. Yo no sé si no nos habremos precipitado pensando que era Churchill.

Más Noticias