Palabra de artivista

Deslumbrante teatro bajo el Sol de York

Sol-de-yorkextA pesar del arduo acoso que el Partido Popular le está aplicando al mundo del arte y la cultura (y su apoyo al de la tortura que dicen arte, asesinar lentamente a un toro no es ningún arte, es tortura), las iniciativas florecen en Madrid cual resistente isla republicana asediada por las tropas facistas autodenominadas "nacionales" (últimamente "la mayoría no silenciosa"estamos empezando a sentirnos un poco así, n'est ce pas?). O al menos eso pensaría uno analizando las nuevas propuestas de salas que luchan por respirar arte fuera de ese casposo circuito del "Broadway de la Gran Via" que parece trazado por José Luis Moreno para CIFESA (la gran productora del franquismo). Frente a ese mausoleo de momias musicales y escénicas diseñadas para revivir los estereotipos más burdos, un vibrante circuito contemporáneo alternativo sigue florececiendo en Madrid con propuestas tan innovadoras como interesantes. En los últimos años se han creado salas, asociaciones y grupos que escapan a la terrible tiranía de los cuatro empresarios teatrales que explotan a artistas y compañías como quien gestiona una adocenada granja de pollos KFC. Entre estas gratificantes iniciativas independientes, una me lleva llamando poderosamente la atención desde hace tiempo por su generosidad, honestidad y dignidad. Me refiero a la brillante, vibrante y vital El Sol de York, una iniciativa multicultural que desde hace poco más de un año ilumina como un astro toda la escena cultural independiente madrileña.

Lo que hace especial a este faro de cultura es el compromiso de sus impulsores con la creatividad de los artistas vistos como trabajadores cuyos derechos y apoyo suelen ser inexistentes. A diferencia de otras salas y espacios supuestamente culturales que simplemente buscan el rendimiento económico, El Sol de York tiene una serie de iniciativas absolutamente deslumbrantes para mimar la creatividad y la libertad de nuevas compañías, especialmente. Así, por ejemplo, a diferencia de la cada vez más popular multiprogramación, garantizan un mínimo de tres semanas a las compañías que muestren su trabajo allí. Y tienen un respeto y empatía con los artistas que nunca había visto antes. Mi absoluta admiración.

Los responsables de la sala, con el actor y gestor teatral Javier Ortiz al frente (con un encanto y profesionalidad difíciles de igualar), quieren reivindicar el oficio,«así que nos comprometemos -dice- a pagar un mínimo de 72,94€ a todos los actores que actúen en la sala, según establece el convenio de la Unión de Actores de Madrid. Si la compañía no recauda lo suficiente para pagar a los actores, nosotros ponemos la diferencia. Así reivindicamos el viejo oficio del actor y ayudamos a las compañías a arriesgarse con nosotros».

Con el lema ars celarem arte --un dicho medieval, erróneamente atribuido a Ovidio en su Ars amatoria, que viene a decir "El arte consiste en disimular el arte", o sea que no parezca ensayado o preparado-- como bandera, El Sol de York pone especial atención al teatro de calidad, lo innovador que se sale de lo seguro y facilón, o sea quiere dar voz a nuevos creadores, actores y compañías, acogiendo algo tan necesario como las recientes propuestas de un teatro español que se ha quedado momificado entre Jardiel Poncela, los Quintero y cabezas de cartel que son dinosaurios de antaño trufados de una insulsa tropa televisiva, de ex misses, ex misters, triunfitos o cualquier cuerpo heteronormativizado que haya tenido 5 minutos de asimilación mediática.

El Sol de York dispone de un acogedor teatro con 176 butacas, un ambigú y otros espacios para talleres y espectáculos intimistas. Como, por ejemplo, en la sala 1 se representará de jueves a domingos el espectáculo La Piel del Agua de la compañía Teatro en el Aire en un espectáculo solo para mujeres celebrando así el Día de la Mujer Trabajadora y el mes de la mujer. La Piel del Agua invita a 24 mujeres a sumergirse en un viaje hacia ellas mismas utilizando el agua como metáfora de todos los líquidos humanos y la vida misma. Una experiencia sensorial donde las mujeres percibirán individualmente los cuidados, refriegues y afeites que recuerdan el rito del Hammám. Aunque la pièce de résistance es la magnifica sala de teatro en la que también se proyecta buen cine y se programa música clásica en un cuidado ciclo melómano. Un templo de las artes escénicas, vamos. Sí queréis saber más de la sala de boca de sus promotores, os invito a ver esta videoentrevista en la que explican meridianamente la génesis e intenciones de su necesario proyecto.

Los-cuatro-de-Dusseldorf1A tan deseable sala es a donde tuve la suerte de volver, tras la magnífica obra Cena con amigos de Marguiles, con dirección de Veronese, que pude disfrutar a finales del año pasado, para presenciar el estreno de la residencia artística que la sala le ha otorgado al autor José Padilla y que tras una residencia de todo el equipo en El Sol de York durante más de un mes y medio de trabajo y ensayos ha generado la ingeniosa Los 4 de Düsseldorf, una vertiginosa comedia mucho más seria y dura de lo que inicialmente parece. Una denuncia del capitalismo y sus trampas que reúne a cuatro personajes en los enrevesados vericuetos e intereses de una multinacional y sus ambiciosos, clasistas y engañosos empleados o las parejas de estos.

Pero ante todo, Los cuatro de Düsseldorf habla sobre la verdad y la mentira y lo cercanas que a veces están ambas, dependiendo de las intenciones que oculte esa supuesta "verdad". Porque si dices una verdad para ocultar una mentira, esa verdad acaba siendo mentira. O sea: la sinceridad u honestidad convertida en marketing y por lo tanto en mentira. En política "decir la verdad" se usa como marketing y se convierte así en mentira. También la verdad como amenaza, como chantaje, se ha convertido en una forma de perpetuar la mentira del grupo al que se quiere acceder a través de ese chantaje. Por todo ese cúmulo de reflexiones que la obra produce, el espacio emocional elegido por Padilla para hablarnos sobre esto no puede ser más oportuno: una multinacional en la que vemos la tiranía de las jerarquías del capitalismo, el marketing y las relaciones interesadas o falsas.

El punto de partida de esta interesante reflexión surge de Carlos, ordenanza en la sede en España de una corporación alemana. En lo que inicialmente parece un arrebato de locura, tras serle comunicado que va a morir de cáncer en pocos meses, que le lleva a descubrir el "sincerismo", un movimiento consistente en decir siempre la verdad, rápidamente degenera en un particular chantaje, cuando le comunica su descubrimiento al consejero delegado de la empresa, que le hará ascender, ganar una fortuna y provocará una crisis que terminará en Düsseldorf. Interesante la imbricación de este concepto en un mundo capitalista financiero de ejecutivos movidos por la mentira o, como les gusta llamarlo a ellos, "marketing". Muy notable la interpretación de los actores, especialmente ellas, que interpretan con un dominio y frescura sobresaliente.

Por desgracia, la obra terminó su exhibición inicial el 9 de marzo, pero hay muchas y muy buenas razones para volver al Sol de York. Especialmente una obra que estará desde el 13 al 23 de marzo con una propuesta impactante y valiente:

En "La Nieta del Dictador", las reflexiones de una mujer, que ha vivido de espaldas al terror generado por su abuelo, un dictador ahora viejo y enfermo, sirven de excusa para sacudir al espectador y su necesidad de justicia. A través de un texto sospechosamente dulce e inocente, cargado de ironía y sarcasmo, el montaje reivindica con humor negro que el olvido no es posible cuando hay muertos en las cunetas, y que mientras no se haga justicia con ellos, habrá vivos que griten por las calles recordándolos. Un montaje que pone de manifiesto lo inútil de mirar para otro lado cuando sabemos que se ha cometido una injusticia, porque el clamor de los muertos siempre estará ahí, siempre volverá, de debajo de las cunetas o del fondo del mar.

Una reflexión muy oportuna en este estado que vivió una brutal dictadura durante 40 años y cuyos cachorros siguen mandando impunemente y han perpetuado el régimen bajo un disfraz de Transición y democracia que no será tal hasta que se haga justicia. Allí estaremos para ver otra pieza de buen teatro en un envidiable espacio solidario, independiente y generoso.

La nieta del dictador. Teatro El Sol de York (Calle Arapiles, 16. 28015 Madrid. Teléfono: 914 45 85 96) Texto::David Desola, Dirección: Roberto Cerdá. Intérpretes: Lidia Otón y Ramón Pons. Cuándo:Del 13  al 23 de Marzo. Precios: 3€ desempleados, 12 € taquilla, 10€ web

 

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