Todo es posible

Los conservadores salen del armario

Si Harvey Milk levantara la cabeza celebraría que el partido conservador británico de David Cameron haya hecho pública una lista con sus candidatos gays. Es probable que también se alegrase de que Roy Ashburn, senador republicano del Estado de California conocido por su larga trayectoria homófoba, admita su homosexualidad, aunque sea forzado por las circunstancias. Fue detenido por conducir borracho, según todos los indicios, a la salida de un club gay. En ese instante, al sufrir la mofa en carne propia, decidió cambiar de actitud (más vale tarde que nunca) y confesó su condición sexual. También David Cameron ha sufrido una súbita conversión y, ahora, defiende con ardor los derechos de gays y lesbianas. Dichos sectores critican su hipocresía, pues le recuerdan su oposición a la ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo. A nadie se le oculta la necesidad que tienen los conservadores británicos de captar votos, pero, más allá de sus intenciones, el caso es que están haciendo un buen servicio a la causa. Me refiero, en general, a la causa de los derechos civiles que todavía no disfrutan algunas minorías discriminadas.

Recuerden que Harvey Milk, el activista gay interpretado por Sean Penn en la película que lleva su nombre, fue asesinado a manos del republicano Dan White por promover leyes en contra de la discriminación sexual. Milk tuvo el coraje de salir del armario en unos tiempos en los que los homosexuales se jugaban la vida. Todavía necesitan hacerse visibles para defender colectivamente sus derechos. El día en que los electores voten con naturalidad a un político al margen de su condición sexual, Harvey Milk habrá ganado la batalla.

Más Noticias